DICEN PUNTO COM
Por Julio A. Altagracia Presidente del PVUD
El Horizonte, Santo Domingo RD.- Todo parece indicar, a partir de lo que se observa, que en el presente proceso electoral se está dando un extraño fenómeno, y en cierto modo complicado sí se quiere, el cual se desarrolla en torno a la figura y comportamiento del expresidente de la República Dr. Leonel Fernández, y le afecta, tal vez de manera involuntaria, al partido La Fuerza del Pueblo.
Es un dilema que confronta concesiones políticas diametralmente contrapuestas, en la que por
un lado tenemos los criterios de Leonel Fernández y sus colaboradores, quienes según sus discursos y consideraciones, entienden y afirman que el expresidente es el más grande y solido líder político que existe en la República Dominicana, y quién no comparte esos criterios, simplemente está equivocado o vendido al gobierno.
Entienden, además, según sus discursos contaminados por un desproporcionado ego personal, que las masas dominicanas lo aclaman y lo reclaman como el único líder redentor, con la capacidad infinita y la experiencia requerida para dirigir los destinos del país.
Se observa, en orden con lo anterior, que el expresidente sorprendido tal vez, con resultados muy adversos por todos los lados, entienda y predique que los mismos se deben únicamente a que le están haciendo trampa y artimañas para impedir que su legión de seguidores pueden expresarse libremente en las urnas, con el inconveniente en ese sentido de que sus argumentaciones son nada creíbles para ningunos de los sectores y poderes facticos que integran la sociedad dominicana.
Leonel Fernández Reyna, convencido aparentemente, de que le hacen fraude, además de airear
sus quejas en el país, ha decidido llevarlas a Organismos Internacionales, como la Organización
de Estados Americanos, OEA, y otros, solicitando sus intervenciones para que le garanticen su triunfo en mayo, gestiones éstas totalmente infelices, infundadas y hasta incomprensibles,
tratándose de que las mismas estén siendo promovidas por un expresidente como lo es el Dr. Fernández, quien conoce perfectamente el funcionamiento de estas organizaciones, y que disponen de sus propias encuestas e informaciones, mismas que le dan una radiografía exacta de la realidad del país, por lo que con esas denuncias lo único que sé persigue es confundir a muchos dominicanos con propósitos puramente politiqueros.
Todos sabemos que desde que se inició el presente proceso electoral, hace más de un año, todas las encuestas creíbles, por la seriedad y profesionalidad de sus empresas, han estado dando como ganador, de manera sostenible y ascendente, al Presidente Luis Abinader.
También pudimos ver que la mayor encuesta expresada con los resultados de las pasadas
elecciones municipales, las cuáles con sus virtudes y defectos, son las más organizada y limpia
que registra la historia del país, colocaron al Dr. Leonel Fernández y a su partido La Fuerza del
Pueblo, en un lejano tercer lugar, mientras que hoy por hoy, según las últimas encuestas publicadas, el Presidente Abinader, está rondando el 70 % de simpatía electoral, y el Dr. Leonel
Fernández y su partido rondan el 20%, o sea unos 50 puntos porcentuales de diferencia, y
agregándole que más del 90% de todos los dominicanos en edad de votar, tienen la percepción
de que el Presidente Abinader, ganara la próxima la elecciones en la primera vuelta.
Vista así las cosas, no hay dudas de la existencia de un gran dilema que afecta grandemente al Dr. Leonel Fernández, de cara a las próximas elecciones, y esté primará en él y sus asesores, según sus discursos y concesiones, versus los que reflejan las encuestas, conjuntamente con las percepciones de la mayoría de los dominicanos, por lo que habrá que esperar, de nuevo los resultados de mayo, para que el expresidente y su gente se convenzan y entiendan que este no es su tiempo, que su tiempo pasó y que como en todas las cosas, los encantos y entusiasmos que cautivaban a las masas, son cosas del pasado, seguro de que por ahora, seguirán con sus discursos y pretensiones por su lado, frente a la elocuencia de los resultados de las encuestas y la percepción de la gente, por el otro lado, soló condicionado a la espera del veredicto final que será emitido de manera soberana, por la inmensa mayoría del pueblo dominicano, el 19 de mayo del 2024.
Mientras tanto, tendremos una oposición haciendo de todo, hasta el ridículo en ocasiones, tratando de creer y hacer creer una realidad irreal, mismas que solo existe en sus propias creaciones e intenciones, las cuáles los han llevado, erróneamente, a colocarse de espaldas, por pura politiquería, en tiempos de crisis, a los más sagrados sentimientos del pueblo dominicano, como son el patriotismo y la soberanía del país, los cuáles alcanzan las máximas expresiones cuando se sienten afectados por acciones agresivas de parte de nuestros vecinos de Haití, en las que se requiere, una unidad monolítica de todos los dominicanos.
