DICEN PUNTO COM
Por: Ramón García
Cuando un hombre se atreve a decir lo que piensa, parece pertenecer a un mundo distinto, es innegable que las creencias todas, son el soporte del carácter, pero las sombras, que existen y que poseemos., las más de las veces no les creemos, y , solo la cultura hace la diferencia, para no desfigurar y desfigurarse, domesticándose entre las precisiones coercitivas de la sociedad, y sobre todo el pensamiento templado, que se debate entre la cultura, lo que heredamos de las cavernas, y sobre todo lo empírico ( la calle) que en definitiva es lo que constituye la conducta acerado, la firmeza de la luz, la elaboración moral.
Naturalmente, hay que ser muy cuidadoso en el propósito de asumir la responsabilidad, puesto que las dudas sociales nos hacen cometer yerros con las tentaciones que amoldan la inteligencia, engañándola, ya que el tiempo y el ejercicio del día a día nos adaptan al servilismo, convirtiendo en habito todo el comportamiento que nos hace medrar creando resortes cada vez más sólidos en el automatismo que destine todo rasgo de individualidad, por la costumbre de obedecer que impone la sociedad o el entorno en que nos desenvolvamos., deformado el carácter, que como ignominia ( que muchas veces no observamos) de manera peligrosa, con el pasar de los años nos degrada sin poder comenzar, y solo nos queda el decir será mañana, hasta no que dar ideales, porque fueron decapitados y todo pensamiento de impuso no existe.
Luego la mentira, el mentirnos, y ya sin poder comenzar, en las garras de la mediocridad., envueltos en una viscosidad urticante, que nos convierte en cómplice de lo que hemos podido ser por la cobardía, a la que nadie nos obligó. Cobardía que para siempre turbara nuestra noches ( y días) con la humillación de la culpa, que de manera innegable nunca podemos justificar por la indecisión de tomar la ruta obligada que la vida exige a cada hombre en esta carrera de relevo que a cada uno nos toca en la lotería de la vida.
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