LA MANIPULACIÓN, DESINFORMACIÓN Y NO REELECCIÓN FLAGELOS A TOMAR EN CUENTA POR EL PRESIDENTE ABINADER

Por Julio A. Altagracia Guzmán

El Horizonte, Santo Domingo DN, RD.- Previo a mis primeras Reflexiones de Actualidad Política, del nuevo cuatrienio, me permito compartir y hacer mías las atinadas y oportunas opiniones del Ing. Eduardo Estrella, líder del partido DxC, con las que valora positivamente el contenido del discurso pronunciado por el presidente Abinader, durante su juramentación y en tal virtud invito a leer y tomar en cuanta mis primeras observaciones:

Los procesos electorales para elegir las autoridades de la nación, celebrados en febrero y mayo del presente año, dieron lugar al montaje de una campaña política, por parte de la oposición, que se encontraba muy debilitada por razones conocidas (divisiones internas, vergonzosos y
escandalosos procesos judiciales por corrupción, ambiciones personales excesivas y obsesivas, odios, resentimientos y temores, entre otros), en la cual se hizo uso en grado extremo de descalificaciones y acusaciones sin ningún sustento, sobre la base de manipulaciones y desinformaciones sin ningún límite.

Un Ejemplo: En los casos de los megas expedientes instrumentados por el Ministerio Público y los Juzgados de Instrucción, contra ex altos funcionarios de los gobiernos de la oposición, mismos que ante las evidencias abrumadoras y la imposibilidad de desmentirlos o atribuirlos a
persecución política, se orquestó y se mantiene, pagada naturalmente, una feroz campaña contra los Fiscales y los Procedimientos Judiciales en base a monstruosas manipulaciones, desinformaciones y descalificaciones.

Lo mismo se hizo contra todas las acciones del gobierno central encabezado por Luis Abinader, y por lo visto, todo indica que lo mismo se hará con la gestión iniciada hace dos días, no obstante que esa estrategia no le dio buenos resultados en las elecciones pasadas. Sin embargo, el presidente Abinader, está consciente de que las únicas acciones para enfrentar ese flagelo, que, en nombre de la libertad, azota todas las sociedades y el mundo, son: la transparencia, la honestidad, la eficiencia y las informaciones amplias y efectivas, acciones estas que constituyen sus armas más poderosas.

La No Reelección Presidencial por más de dos periodos y luego nunca más, de la que el presidente Luis Abinader, se ha abanderado y tomado como una antorcha de cara a la institucionalidad del país, ha sido sobreexpuesta por la sinceridad del presidente en ese propósito y su interés personal de que a la comunidad política y al pueblo dominicano, no le quede la más mínima duda de sus buenas intenciones, sin embargo, debemos suponer que mientras el Presidente se esfuerza con absoluta claridad, para su correcta aprobación y aplicación, otros de afuera y de adentro acechan como francotiradores para procurar el debilitamiento del respeto y el liderazgo del Presidente, muy bien ganado, por sus brillantes ejecutorias.

El discurso pronunciado por el presidente Abinader, durante su juramentación, hace dos días, no deja ningunas dudas en cuanto a su capacidad, determinación y confianza para avanzar y afianzar los Cambios estructurales que requieren las instituciones estatales en cuanto a su actualización, innovación y transformación que demanda el desarrollo y el progreso, en todos los órdenes, la nación dominicana, sin embargo, debemos asumir conciencia cívica en cuanto al respaldo que de manera monolítica necesitará, durante los próximos cuatro años, el Jefe del Estado para sostener la gobernabilidad, el orden y la paz, determinantes para lograr sus propósitos.

Luis Abinader, y su sólido liderazgo político, representa en estos momentos la oportunidad del cambio, y es ahora, pero no basta para ello contar con los votos que mayoritariamente le endosaron la confianza en mayo pasado, se requiere además el respaldo militante de la ciudadanía para la ejecución de su programa de gobierno durante los próximos cuatro años. En esto no debe existir reservas ni condiciones, pero el presidente Abinader, debe tener y de hecho la tiene, la prudencia y habilidad para mantener su liderazgo dentro de su partido y la
confianza y lealtad de sus amigos y el pueblo dominicano, ante las posibles acciones desaprensivas y el desenfreno de la oposición y las aspiraciones políticas, naturales por demás, dentro de su propia organización, las cuales tienden a desbordar el entendimiento, la cordura y
la razón.

Dr. Julio Antonio Altagracia Guzmán

Más noticias

Balaguer

Por: José Báez Guerrero jbg@baezguerrero.net     Levantó varios avisperos que recordara la fecha natalicia de ...