Por Julio A. Altagracia “Presidente del PVUD”
El Horizonte, Santo Domingo DN, RD.- En las elecciones nacionales a celebrarse el próximo 19 de mayo 2024, en nuestro país, se da un fenómeno excepcional, son las únicas, con la excepción de las celebradas en le Era de Trujillo, que previamente se conocen con toda claridad sus resultados, en cuanto a la candidatura presidencial y el 90% de las candidaturas senatoriales. Aunque existen algunos interesados, ilusos o pretenciosos, muy pocos por cierto, que se atreven a decir lo contrario.
Lo anterior se da como un hecho consumado, incluso por los lideres y dirigentes de los partidos
opositores, quienes ostensiblemente han cesado en gran medida las acciones proselitistas o las han reducido a meras formalidades con algunas caravanas y muchas acusaciones sin fundamentos la mayoría, con la que pretenden justificar una aplastante derrota el 19 mayo.
Lo expuesto más arriba tiene su base en el hecho y la virtud de que el trabajo y comportamiento del Presidente Luis Abinader, desde la presidencia de la República, lo han catapultado como el más regio y respetado líder político del país y la región del Caribe, cuyo liderazgo lo ha convertido en el más preferido y aclamado por todas las masas populares y las clases sociales del pueblo dominicano, erigiéndolo y consagrándolo como el principal activo político con que cuenta el país, en estos momentos.
Esto así, porque el fenómeno político que se ha desarrollado en torno a las ejecutorias implementadas en su novedoso estilo de gobierno, el Presidente Abinader, la ha sustentado de
manera esencial en el trabajo permanente, la trasparecía, la decencia, la responsabilidad, la honestidad, la eficiencia y la humildad, mismas que han sido de tal magnitud que los adversarios políticos han sido reducidos a meras figuras dirigenciales, cuyos otrora arrastre de masas, se han transformado en simples reminiscencias del pasado que no le ha permitido conectar con las nuevas concesiones de la Sociedad Dominicana.
A tres semanas para las próximas elecciones, nadie en la República Dominicana, tiene la más elemental duda de quién será el ganador de la presidencia el 19 de mayo, mientras que los lideres y dirigentes nacionales del PLD y la FP, se han concentrado únicamente a la tarea de buscar, entre ellos, el segundo lugar y a mantener con votos, la categoría de partido mayoritario que le permita el privilegio del presupuesto nacional durante los próximos 4 años.
El deterioro de los partidos de la llamada Alianza Rescate RD, y el aumento considerable del liderazgo político del Presidente Abinader, han sido a tales niveles que en estos momentos no sólo se advierte con claridad la existencia de un ganador de las próximas elecciones, anunciado con anterioridad al conteo de los votos, sí no, que esté ganador lo será con números y porcentajes históricos y sin precedente en la historia electoral de nuestro país y en la que los partidos opositores se exponen, contrario a la conveniencia de la democracia, a no obtener ni un solo senador y escasos diputados, con resultados peores a los obtenidos en las pasadas elecciones municipales.