Por Julio A. Altagracia Presidente del PVUD
El Horizonte, Santo Domingo RD.- Faltando menos de 60 días para las elecciones congresuales y presidenciales en Republica Dominicana, se deja ver con claridad que los partidos que integran la llamada Alianza Rescate RD, han aceptado su derrota antes de las votaciones. Está es una realidad que se advierte con claridad, a partir de los apabullantes resultados en las pasadas elecciones municipales, y en el desaliento, la incertidumbre, la pasividad, los disgustos, la falta de fe y la desesperanza que exhiben sus lideres, dirigentes y militantes.
Se advierte, además, a la vista de todos, que los candidatos presidenciales de los partidos de oposición no sacan la cabeza o lo hacen muy tímidamente, desde que se conocieron los desmoralizantes números en votos y funcionarios electos, en las elecciones de febrero 18.
Tampoco se ve activismos políticos en los candidatos congresuales de la Alianza, lo que se atribuye, además, a los efectos desastrosos causados por los decepcionantes resultados de las últimas encuestas publicadas, a cargo de las más prestigiosas y creíbles encuestadoras conocidas en República Dominicana.
Otra realidad es que en la oposición, en estos momentos, todos creen que perderán las próximas elecciones y aceptan que la competencia es únicamente interna, entre ellos, por alcanzar un lejano segundo lugar que le permita liderar la oposición. Más del 90% de los dominicanos está convencido, en estos momentos, de que el Presidente Luis Abinader, ganara las elecciones de mayo, en primera vuelta, con un elevadísimo porcentaje y con números sin precedente en la historia electoral de la República Dominicana, lo cual por sí solo le constituye una enorme ventaja.
También se observa, que mientras los números y resultados exhiben la cruda realidad expuesta más arriba, la oposición no admite sus errores y se aferra a la fallida estrategia de desdibujar su verdadera realidad, pretendiendo creer y hacer creer que sus estrepitosos fracasos se deben a elementos y circunstancias muy lejos de la realidad, accionar esté que está siendo interpretado, por la mayoría de los dominicanos, como una mera excusa para culpar a otros de su inminente derrota. En otra palabra “pataleos de perdedores”.
Por otro lado, en estos momentos, en el PLD, la FP y lo que queda del PRD, existe un sentimiento y unos deseos generalizados, que consisten en que casi todo el mundo se quiere ir o se está yendo desesperadamente, en los que todo el mundo se siente traicionado, usado, triste y decepcionado. En las próximas semanas se verán pruebas fehacientes de estas aseveraciones, con las masivas migraciones, que incluyen a casi todos los escasos candidatos
que resultaron victoriosos en sus boletas, en las pasadas elecciones municipales.
Sin embargo, ante ese tétrico escenario electoral, la oposición sigue su marcha a la deriva, en actitud marcadamente derrotista, sin enmendar sus persistentes errores, donde los resentimientos y los odios campean en el ambiente en todas las direcciones, donde no existe organización, ni ofertas o planteamientos válidos para resolver los problemas nacionales y critican solo por criticar todas las acciones del gobierno y los órganos electorales, y donde los egos personales, la arrogancia, la incapacidad y la ambición desmedida obnubilan las mentes, la voluntad y la razonabilidad de sus lideres y dirigentes.
Mientras esto sucede en los litorales de la oposición agrupada en la llamada Alianza Rescate RD, en la otra acera, el Presidente Luis Abinader, el PRM y su extraordinaria alianza electoral, con amplísimo respaldo popular, imbuida de gran entusiasmo y motivación, avanza con pasos agigantados, para lograr con facilidad una cómoda reelección que le permitirá el control, por amplias mayorías, de los ayuntamientos municipales, el Congreso Nacional y el accionar político de la República Dominicana, por los próximos 4 años.