Por: Dr. Julio A. Altagracia Guzmán
Santo Domingo DN, RD.- El proceso electoral municipal recién pasado ha dejado al descubierto y a la vista de todos que el estilo, sí se quiere poco serio e irresponsable, con el que la oposición ha venido desarrollando su actual campaña política, de cara a los procesos electorales en que se encuentra Inmerso nuestro país, lo ha hecho totalmente de espaldas a la realidad del momento, engañándose o negándose a sí misma, a sus simpatizantes y a la comunidad nacional. En ese orden están luciendo desfasados.
El más claro ejemplo de nuestra aseveración, lo muestra el Partido La Fuerza del Pueblo, y su presidente el Dr. Leonel Fernández. Ellos no aceptan el tamaño de su organización, se creen más grandes de lo que son y hacen de todo para confundir y hacer creer que no son lo que son ejemplo: 2,000,000, de inscritos en su padrón electoral, mismos que no aparecen a la hora de votar, ya que solo aparecieron 520 mil votos. El Dr. Leonel Fernández, y su orgullo personal, lo llevan a creerse el más grande y solido líder político de la República Dominicana, con el inconveniente de que cuando se somete al escrutinio de los votos, se encuentra con la cruda realidad, no aceptada, de que éstos los ubican en un lejano tercer lugar, muy lejos de sus contendientes.
Algo parecido sucede con el liderazgo del PLD y en mayor proposición con el disminuido PRD, organización ésta, cuyo porcentaje de aceptación no alcanza el 3% en estos momentos, pero pretenden dar la impresión de que constituyen la mayoría, ignorando olímpicamente, su verdadera realidad, con lo cual no solo quieren engañar a todo el mundo, sino que sé engañan ellos mismos y está realidad le hace imposible conectar y encontrar soluciones a sus dificultades.
De igual manera sucede con la estrategia política en la actual campaña electoral, de la llamada Alianza Rescate RD y de manera particular la del Dr. Leonel Fernández y la FP, que ha sido un desastre y muy desafortunada, ausente, totalmente, de propuestas y de contenido, insulsa y cargadas de odios, arrogancia, irrespeto con abusivas descalificaciones, montajes y encuestas nada creíbles, promoviendo un altísimo crecimiento y porcentaje de aceptación por encima del 45%, pretendiendo minimizar al mínimo la figura, el trabajo, la eficiencia y la honestidad del Presidente Luis Abinader y su gobierno.
Los resultados de esa estrategia política, no han podido ser más desastrosos, realidad que se niegan a aceptar. Tampoco ha parecido acertada, de acuerdo con lo resultados, la estrategia de manejar
una campaña electoral sobre la base de:
Pretender descalificar, contradecir y dañar, injustamente, todas las acciones del Presidente Abinader y ofender con odios, a todo quién opine contrario a sus criterios, erigiéndose como los dueños absolutos de toda la verdad.
Motorizar y motivar una campaña sobre la base del engaño y la mentira, promoviendo falsos crecimientos, con encuestas pocos creíbles para exhibir una pretendida fortaleza electoral muy lejos de la realidad, según ha quedado demostrado.
Desarrollar y promover una campaña electoral sin ninguna propuesta e insustancial, cuya mayor ejecutoria ha sido la de convertirse en francotiradores al acecho de actos, detalles o acciones del gobierno, en ocasiones sin ninguna importancia, para enrostrarle la culpa al presidente de la República y tratar de crear tendencias en las redes, mismas que se han desvanecido de inmediato por carecer de sustento y seriedad.
Lo peor es que no obstante los malos resultados por sus actuaciones, aún persisten en el error de no aceptar su realidad, ya que, según ellos, los resultados del domingo 18-2, no son esos, son otros que de alguna manera le dan ventajas.
La abstención no es el 47.82% que dice la JCE, es mucho más alto y esos votos no depositados no es en rechazo a ellos, sino todo lo contrario.
La candidatura de Leonel Fernández y la FP, no están en tercer lugar, sino compitiendo con el Presidente Abinader, por la primera posición. Las aspiraciones políticas del Presidente Abinader, no salieron fortalecidas en los eventos del 18-02, sí no todo lo contrario, ahora, es cuando está en mayor peligro.
Fernández, es según su criterio, el más beneficiado del pasado proceso electoral, el que más ha crecido, lo cual es un absurdo. Sin dudas que la realidad de ellos es diametralmente diferente a la del universo. Sin embargo, los acotamientos del domingo 18 de febrero, los obligarán, necesariamente, atener que aceptar la dura e indiscutible realidad que implica y comienza por aceptar que hoy por hoy, en la República Dominicana y en toda el área del Caribe, el Presidente Abinader, es la principal y más respetada figura política, gozando de la más elevada estima y admiración, no solo de las mayorías nacionales, sino de la Comunidad Internacional, como muestra fehaciente de un merecido reconocimiento a su novedoso estilo de gobierno, sustentado en: la transparencia, honestidad, eficiencia y humildad, con que está dirigiendo los destinos de la nación.
Otra realidad que tendrán que aceptar, es la de que el Presidente Luis Abinader, está ahora en su mejor tiempo, como lo tuvo en su oportunidad Leonel, y que en estos momentos el Presidente
Abinader, constituye el mayor activo político, con que cuenta el país, convirtiéndose en una buena noticia para la sociedad dominicana, así como en el dirigente político que no solo gana, si hace ganar.