Por: Dr. Julio Altagracia
El Horizonte, Santo Domingo RD.- Faltando horas para que se definan las principales candidaturas presidenciales, y el curso de las alianzas políticas, de cara a las elecciones del próximo año, en nuestro país, nos permitimos reflexionar acerca de los retos y trascendencias que implican, entre otras cosas, la aceptación o no del Presidente Luis Abinader, la repostulación a la presidencia de la República, por un segundo mandato de 4 años.
Tres o cuatro circunstancias especiales, nos llevan a considerar como, trascendente, histórica y patriótica la decisión que habrá de asumir y anunciar al país, en las próximas horas, el ciudadano Presidente de la República, Luis Abinader, con respecto a su decisión de aceptar o no el que su nombre sea sometido nuevamente a la consideración de los electores, para que mayoritariamente decidan sobre su futuro político, y en cierto modo, la suerte de la nación, que estará en juego mayo del próximo año.
PRIMERO: El menú u oferta de candidaturas a la presidencia de la República, para las próximas elecciones, coloca a la nación en el deber de escoger entre: el Lic. Abel Martínez, con el PLD y sus aliados, el Dr. Leonel Fernández, con la Fuerza del Pueblo y sus aliados y el Lic. Luis Abinader, con el PRM y sus aliados, cada partido y cada candidato con sus historias recientes, ampliamente conocidas, los que permite que no estaremos expuestos a ninguna sorpresa, porque como dice la biblia “Por Sus Frutos Los Conoceréis” y sabemos a los que vamos.
SEGUNDO: Los escenarios de desestabilidad política, social y económica, que estamos observando en nuestro cercano entorno internacional con efectos directos en nuestro país, como son los casos de: Venezuela, Perú, Ecuador, Nicaragua, Colombia, Cuba, Bolivia, Haití, Guatemala y otros, incluyendo en cierto modo, a los Estados Unidos de Norteamérica, y por supuesto, lo que acontece en Europa con una cruenta guerra, cuyos efectos y consecuencias son de todos conocido, elementos estos que nos obligan a tener en la primera magistratura del Estado, a alguien que demuestre cabalmente: carácter, visión, responsabilidad, prudencia y respeto, en los ámbitos Locales e Internacionales que le permitan interactuar con éxitos en las soluciones requeridas.
TERCERO: Debemos tener conciencia de que nada debe importar más, para la suerte de nuestro país, que la estabilidad social, política, económica y laboral, como pilares significativos de nuestro desarrollo y crecimiento, elementos estos, de los que estamos siendo ejemplo a imitar, por otras naciones, en tiempos de dificultades internacionales, por lo que bajo ninguna circunstancia debemos permitir que sean quebrantados, como han pretendido sectores importantes de la oposición, con marcada irresponsabilidades y abuso, con el único propósito de obtener capital político, sin importar los daños que causarían al pueblo dominicano.
CUARTO: El mundo ha soportado en los últimos tres años, y las vive aun, las más traumáticas crisis sanitarias que recuerde la historia, con efectos catastróficos en todos los órdenes, incrementados considerablemente con los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania, acontecimientos que han dado lugar y fuerza a un impresionante movimiento de cambios profundos en la geopolítica mundial y que ocurren en momentos que la humanidad está inmersa en los más asombrosos cambios tecnológicos y científicos, mismos que requieren extraordinarios esfuerzos e inversiones para insertarse a esa arrolladora revolución universal, con retos sin precedentes.
En orden con lo anterior, entendemos que las próximas elecciones generales en nuestro país, previstas para el próximo año, implican una importancia de tal magnitud que nos lleva a no verlas como un juego de niños y mucho menos como una competencia de apetencias políticas o económicas, según pretenden algunos, ya que en ellas pudiéramos estar poniendo en juego la estabilidad, la seguridad, la tranquilidad, el progreso y el futuro en sentido general de nuestra nación.
En atención a lo anterior, es que en nuestras acostumbradas Reflexiones, hemos sido consecuentes y persistentes, en observar y advertir la necesidad y conveniencia de apreciar en toda su magnitud las diferencias en las ofertas electorales que se presentaran para las elecciones del próximo año y hemos sido reiterativos en tener conciencia clara en cuanto a los cruciales momentos, que vive nuestro país, con el propósito de que seamos cuidadosos en la elección, ya que debemos hacerla bajo la imperiosa necesidad de que el país continué su vida democrática en las mejores manos, exigiéndole, sí fuera necesario, al Presidente de la República, Luis Abinader, que una acción patriótica, histórica y responsable, acepte la repostulación, que casi como una aclamación popular, le hace el pueblo dominicano.