Obras del gobierno de Abinader

Reflexiones de Actualidad Política 

Por: Julio A Altagracia G  

Presidente del PVUD 

Existe la intención, aviesa, por cierto, de crear la imagen ante el pueblo, de que el gobierno del Presidente Abinader, no está haciendo nada por el país, bajo el argumento de que no se ven las obras que desarrolla el gobierno y que en cambio se está sobre endeudando a la nación.

Se observa que quienes promueven esa campaña, son los mismos que hace 29 meses fueron desplazados por el pueblo, de la dirección del Estado, después de 240 meses ejerciendo el poder carcomido por el más vergonzoso entramado de corrupción e impunidad que se registra en la historia del país, en los cuales se involucra casi siempre, las grandes obras publicas de que hacen gala.

Sin embargo, entendemos que pretender opacar o desconocer lo que ha logrado el Presidente Abinader, en beneficio del país, en apenas dos años de gestión, en medio de la más traumáticas crisis internacionales y nacionales, constituye una vulgar irresponsabilidad, y más que provenga de los propiciadores de la peor desgracia sufrida por el pueblo dominicano, con el asalto a las arcas del Estado, en muchas ocasiones utilizando las obras monumentales que exhiben como un trofeo.

Cuando hay sensatez, y se deja de lado la ambición desmedida de carácter personal, misma que obnubila la razón y los sentimientos de manera que envilecen el comportamiento del ser humano y hacen que vean las cosas diferentes, acorde con su realidad.

Leímos en la prensa nacional, de hace un par de días, que el expresidente de la República, Dr. Leonel Fernández, expresó en una presentación televisiva, “que el país vive época de muchas deudas y pocas obras” y como de costumbre lo expresa con palabras bien articuladas, con el propósito de transmitir, aparentemente, insinuaciones cargadas de maldad, según su estilo de hacer política.

Las deudas, odiosas y preocupantes para todos, tienen su origen en situaciones muy especiales, que han ocurrido y que le ha tocado enfrentar a la presente administración de las cosas púbicas, altamente conocidas y vividas por todos los dominicanos, entre la que están el uso dado a los dineros del pueblo durante los 20 años de gobierno peledista y fupista, según datos e informaciones que manejan y exponen las autoridades del Ministerio Publico Independiente, que llenan de pavor y vergüenza a la Sociedad Dominicana.

Por otro lado, es de amplio conocimiento público, la inmensa cantidad de obras, pequeñas, medianas y grandes, que desarrollara el Estado en todo la geografía nacional -no solo en la capital-, haciéndolo con muy limitados recursos internos y con préstamos internacionales, para dar respuestas a las necesidades más sentidas de la comunidad nacional, las cuales pueden ser vistas en Los Portales de todas las instituciones públicas que las construyen, además de la prensa nacional. Nunca como ahora, se había construido tantas obras en la Republica Dominicana, y con recursos limitados pero bien administrados.

El trabajo cotidiano -7 días a la semana- del Presidente Abinader, a la vista de todos, no puede ser más intenso y fructífero, junto a la transparencia, el esfuerzo y la dedicación, sin otros propósitos que no sea el bienestar colectivo del pueblo dominicano. Pretender ignorar o menospreciar la gran obra de gobierno que se desarrolla en estos momentos, cabe dentro de la mezquindad política que vivimos en estos tiempos, o estar viviendo de espalda a la realidad.

Los resultados del accionar del Presidente Abinader, en sus dos años de ejercicio, además de los expuestos precedentemente, se pueden apreciar con absoluta claridad en las obras y acciones que, de manera enunciativa y aleatoria, presentamos a continuación:

  • Control efectivo de la Pandemia del COVID-19 y la crisis sanitaria, en tiempo récord.
  • Control de la inflación internacional, con grandes inversiones económicas para proteger a los más necesitados.
  • Adecentamiento riguroso en la administración de los recursos del Estado.
  • Estabilidad con crecimiento de la economía y la moneda.
  • Crecimiento sostenido de las inversiones extranjeras y nacionales.
  • Estabilidad de la paz social y obrero patronal, en tiempo difíciles.
  • Excelente manejo en las Relaciones Internacionales y los problemas de Haití.
  • Crecimiento récord y sostenido en áreas vitales para el desarrollo institucional y económico, tales como: el Turismo, Zona Franca, Construcción, Inmobiliaria, Innovación, Tecnología, Transparencia Administrativa, Ministerio Publico, Cámara de Cuentas, Tribunal Electoral, Junta Central Electoral, Alianza Publico Privadas, Fideicomisos Público, Educación Básica y Superior, Entre otras, que han convirtiendo al Presidente de la República, en el mejor referente el éxito público, y en una Escuela Moral en la conducción del Estado Dominicano, por su eficacia en la aplicación de las Buenas Prácticas en las Políticas Publicas, con honestidad y transparencia.

Ante tantas evidencias de lo que es un gobierno de realizaciones, luce extraño que estas obras y acciones no sean vistas por la miopía de la oposición, cuando esta gestión de gobierno está siendo destacada por organismos e intuiciones internacionales ampliamente conocidas como el caso del Grupo JPMorgan, principal banco de inversiones del mundo, que está de visita en estos momentos en el Banco Central del país, para coordinar y anunciar cuantiosas inversiones que desarrollaran aquí, motivados, según han declarado  a las buenas perspectivas de futuro en la Republica Dominicana, dada la estabilidad macroeconómica existente y el atractivo que en beneficios económicos representa para su institución.

Por todo lo anterior, es que, en el Partido Verde de la Unidad Democrática, somos reiterativos en la necesidad en que la clase política dominicana, reflexione y reorientemos el curso que le estamos dando al accionar político, asumiendo conciencia de que por el camino que vamos no es el correcto y que no estamos asumiendo con responsabilidad lo que será nuestra herencia, como nación, a la presente y futuras generaciones.

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