El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó este lunes “el compromiso total de apoyar” las operaciones de rescate y ayuda a Turquía y Siria tras el terremoto de anoche, que con 1.941 muertos hasta el momento se ha convertido en uno de los más mortíferos de los últimos tiempos.
Los equipos de la ONU ya se encuentran sobre el terreno estableciendo las necesidades y proveyendo asistencia a los casi 10.000 heridos y decenas de miles de damnificados tras el derrumbe total o parcial de miles de edificios.
“Mi corazón está con los pueblos de Turquía y Siria en estas horas de tragedia”, dijo Guterres en un comunicado emitido esta mañana.
“Contamos con la comunidad internacional para asistir a las miles de familias golpeadas por el desastre, muchas de ellas ya en necesidad perentoria de ayuda humanitaria en zonas donde el acceso ya es de por sí difícil”, dijo Guterres, en referencia a que una buena parte de la zona afectada por el temblor está todavía en estado de guerra.
De hecho, en la provincia noroccidental siria de Idlib, el último bastión opositor del país, y en otras partes de la vecina Alepo que también se escapan al control de Damasco se han contabilizado 390 víctimas mortales y unos mil heridos, de acuerdo con el grupo de rescatistas Cascos Blancos.
Estas zonas opositoras son fronterizas con Turquía y se encuentran más cerca del epicentro, por lo que el saldo de muertos podría subir dramáticamente al no existir una única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.
EFE