Turquía se comprometió el domingo a finalizar la construcción de 100.000 viviendas para alojar a los refugiados sirios desplazados por la guerra en la región fronteriza de Idlib, en el norte de Siria.
“Terminaremos 100.000 (…) casas para finales de año”, aseguró el ministro del Interior de Turquía, Suleyman Soylu, en Mashhad Ruhin, en el noroeste de Siria.
Soylu precisó que 75.000 moradas ya habían sido construidas en los últimos dos años. Lo dijo durante una ceremonia en la que habló de la apertura de 600 viviendas en la región de Idlib, controlada por los rebeldes en Siria.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó en los últimos meses su deseo de que un millón de los 3,7 millones de refugiados sirios regresaran a su país. Para ello, prometió construirles viviendas con infraestructuras básicas.
La presencia de los refugiados en Turquía se ha vuelto un tema político espinoso a un año de las elecciones presidenciales y en un momento en que el país sufre de una crisis económica.
La guerra civil siria comenzó en 2011 con la sangrienta represión de manifestaciones en su mayoría pacíficas. El conflicto ha dejado millones de desplazados, tanto internos como externos.
Desde 2016, Turquía y sus aliados sirios se apoderaron de franjas del territorio a lo largo de la frontera durante varias operaciones militares.
El objetivo de Ankara es crear una “zona segura” a lo largo de su frontera para frenar la llegada de sirios a su territorio y mandar de regreso una parte de los que entraron.
Según Erdogan, más de medio millón de sirios que huyeron a Turquía han regresado a estas zonas seguras.