El alto mando militar ucraniano ha admitido por primera vez haber atacado recientemente varios objetivos militares de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, en uno de los cuales habría destruido diez aviones de combate rusos.
“Hubo una serie de ataques con misiles exitosos sobre bases militares de Crimea, especialmente en el aeródromo de Saki”, afirmó el jefe del mando militar ucraniano, Valry Zaluzhny, en un artículo publicado en el portal Ukrinform.
El alto mando militar no detalla los misiles utilizados en esos ataques pero afirma que el objetivo era demostrar a Rusia las “posibilidades reales de sufrir pérdidas y de ser derrotada”.
Zaluzhny afirma, asimismo, que se parte de la base de que la guerra no terminará en lo que queda de año y de que, de acuerdo a sus informaciones, el Ejército ucraniano se dispone a extender sus ofensivas en 2023, para lo que cuenta con suministros de armamento de sus aliados occidentales.
El alto mando militar ucraniano menciona al respecto los misiles Himar estadounidense, con un radio de operaciones de 300 kilómetros.
Ucrania viene reclamando mayor apoyo militar de sus aliados occidentales, tanto de Estados Unidos como de Alemania.
El presidente del país, Volodímir Zelenski, reiteró hoy esta demanda en una conversación telefónica mantenida por el canciller alemán, Olaf Scholz.
EFE