COOPERSTOWN, N.Y.- El dominicano David Ortiz prometió que iba a hablar con el corazón y cumplió. Con su radiante sonrisa y desbordado por la emoción, el extoletero de los Medias Rojas de Boston fue exaltado ayer al Salón de la Fama, en una ceremonia en la que su hija Alexandra cantó el himno de Estados Unidos.
Con su discurso no decepcionó para nada, con un estilo inédito de mezclar el inglés con el español, deleitando a las decenas de miles de aficionados instalados al lado del Clark Sports Center de Cooperstown, New York.Ortiz, el primer bateador designado elegido en su primera oportunidad en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica, habló de su país, su familia, sus managers y coaches, los Mellizos y, por supuesto, los Medias Rojas. “Gracias Dios, por darme las fuerzas todos estos años para mantenerme fuerte y con los pies sobre la tierra; con todos los altibajos y los sacrificios que tuve que hacer para estar aquí con ustedes hoy”, dijo el autor de 541 jonrones y OPS de por vida de .931 en 20 temporadas de Grandes Ligas, en las que ayudó a los Medias Rojas a ganar sus primeros tres títulos de Serie Mundial desde 1918. “Este es un día increíble, un honor increíble”.
Estadía en Boston
Recordó que por una recomendación de Pedro Martínez, el “hermano” de Ortiz, los Medias Rojas lo firmaron previo a la campaña del 2003.
El resto, como dicen, es historia. “Cuando pienso en Boston, pienso en el 2004, el 2007 y por supuesto, el 2013, después de que la ciudad fuera conmocionada por el atentado terrorista”, dijo Ortiz, refiriéndose a los tres títulos logrados por los Patirrojos en su tiempo con Boston como jugador activo y, por supuesto, la bomba estallada durante la Maratón de Boston de aquel 2013.