La tormenta tropical Bonnie se formó el viernes en el Caribe mientras avanzaba hacia Centroamérica, en medio de pronósticos de que atravesará hasta el Pacífico, donde podría convertirse en huracán.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) informó que Bonnie se dirigía a la región fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica. Se prevé que provoque inundaciones significativas, con lluvias de hasta 200 milímetros (8 pulgadas) e incluso más en lugares aislados.
Tenía vientos máximos sostenidos de 75 km/h (45 mph) el viernes por la noche y su vórtice estaba a unos 130 kilómetros (80 millas) al sur-sureste de la ciudad de Bluefields, en la costa atlántica de Nicaragua. Se desplaza hacia el oeste a 28 km/h (17 mph).
El viernes empezaron a caer lluvias en Bluefields, y las autoridades dijeron que habían establecido 50 refugios temporales.
El presidente nicaragüense Daniel Ortega declaró “estado de alerta amarilla” en toda Nicaragua, lo que supone la activación de los comités de atención de desastres.
La vicepresidenta y vocera oficial, Rosario Murillo, dijo que el gobierno inició evacuaciones en algunos poblados de la región del Caribe hacia los albergues provisionales, y la Fuerza Naval prohibió que zarpen embarcaciones, no solamente en el litoral caribeño, sino también en la provincia de Rivas en el sur del país y sobre el Gran Lago de Nicaragua, zonas que se verán afectadas por intensos vientos y precipitaciones.