Esta situación provoca que esos dominicanos y sus familiares recurran con frecuencia a las movilizaciones en demanda de solución a su probloema.
Se quejan porque la respuesta de las autoridades siempre es la misma. Les dicen que reconocen la situación, que no tienen los medicamentos pero “estamos trabajando en eso” Aseguran que mientras tanto el desabastecmiento persiste en la farmacia que los suple y que funciona en el edificio el hospital José María Cabral y Báez.
Desde diferentes puntos de Santiago y otras localidades de esta región se presentan al recinto los necesitados, buscando presionar a los encargados, para que agilicen la llegada de esos fármacos, necesarios para diversas enfermedades que se agudizan en sus organismos.