El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, condenó este lunes el bombardeo a un centro comercial de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, que causó al menos 13 muertos y decenas de heridos, según indicaron las autoridades locales, que añadieron que el número de víctimas podría ser muy elevado.
“El mundo está horrorizado por el ataque con misiles de Rusia la mañana de hoy, que golpeó un centro comercial ucraniano lleno de gente, la última de una serie de atrocidades. Continuaremos apoyando a nuestros socios ucranianos y haremos que Rusia, incluidos los responsables de las atrocidades, rinda cuentas”, escribió Blinken en su cuenta de Twitter.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo en una publicación de Telegram que el número de víctimas era “inimaginable”, citando informes de que había más de 1.000 civiles en el interior en el momento del ataque. Las imágenes de la escena mostraban columnas gigantes de humo negro del centro comercial envuelto en llamas, mientras los equipos de emergencia se apresuraban y los espectadores observaban angustiados.
Zelensky dijo que el objetivo “no representaba una amenaza para el ejército ruso” y “no tenía ningún valor estratégico”. Acusó a Rusia de sabotear “los intentos de la gente de vivir una vida normal, lo que enoja tanto a los ocupantes”.
El ejército ucraniano dijo que el centro comercial fue alcanzado por misiles disparados por bombarderos rusos de largo alcance Tu-22M3 desde los cielos sobre la región occidental de Kursk en Rusia.
El secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, dijo que un misil impactó en el centro comercial y otro en un estadio deportivo en Kremenchuk.