Sin ofrecer ningún tipo de comentario a los medios de comunicación, el cura acudió solo a la entidad judicial a rendir su declaración sobre lo que vivió a mediodía del lunes, cuando Cruz llegó a su iglesia agitado y nervioso confesando “haber matado a un hombre”, en ese momento sin haber mencionado el nombre de la víctima.
Luego de propinarle varios disparos al ministro en su despacho,Miguel Cruz abandonó la escena del crimen y huyó a la Parroquia Sumo y Eterno Sacerdote del sector Renacimiento, Distrito Nacional.
Una vez allí, el empresario buscó con desesperación al sacerdote en turno, encontrándose con Arismendi, a quien le pidió le ayudara a “entregarse a las autoridades”.
Cruz permaneció en la iglesia por varias horas, sin embargo, hasta este momento se desconoce lo que pudo haberle dicho al representante de la Iglesia Católica.
Luego del apresamiento del matador, el padre Arismendi fue citado para esta mañana por la Procuraduría para ser interrogado sobre lo ocurrido.
Al presentarse en la dependencia, fue abordado por los medios de comunicación. No obstante, el religioso se limitó a repetir que “no tenía nada que decir”.