Vadim Shishimarin, el primer soldado ruso procesado en Ucrania por crímenes de guerra, fue condenado hoy a cadena perpetua por el asesinato de un civil en la región de Sumy, en el norte del país, informa el portal ucraniano Ukrinform.
Shishimarin, de 21 años, se había declarado culpable en la apertura de su juicio, la pasada semana, por la muerte de un civil, desarmado y en bicicleta, que iba hablando por teléfono. La muerte ocurrió el pasado 28 de febrero, cuatro días después del inicio de la invasión rusa.
El Tribunal del Distrito de Solomianski, en Kiev, declaró culpable al procesado de acuerdo al artículo 438 del Código Penal de Ucrania, relativo al maltrato o muerte de prisioneros de guerra o civiles.
Consideró, además, que el soldado había incurrido en homicidio premeditado y le aplicó la máxima pena prevista para este cargo, la de cadena perpetua.
El abogado había pedido para su defendido la libre absolución y alegado una serie de atenuantes debidas a las circunstancias de la intervención armada. Aseguró que su defendido había actuado cumpliendo órdenes, aunque admitió que éstas implicaban incurrir en “delito”.
Según su relato de lo ocurrido, el soldado disparó sobre un civil tras recibir la orden de hacerlo, y bajo amenazas, de un superior.
La fiscalía, por su parte, argumentó que el soldado actuó en plena consciencia de sus actos y solicitó para él la máxima pena prevista.
El militar, comandante de la unidad 32010 de la cuarta división acorazada de la Guardia Kantemirovskaya de la región de Moscú, ofreció en el juicio una declaración completa de lo ocurrido, incluido cómo disparó a su víctima, un hombre de 62 años.
La fiscalía argumentó en su imputación que el procesado había matado a un hombre desarmado que iba en bicicleta por la carretera en la localidad de Chupajivka.
Tras un ataque del Ejército ucraniano, la columna de la que formaba parte el comandante se había desbandado y el acusado, en compañía de otros cuatro soldados, se dio a la fuga en un vehículo civil confiscado.
Al llegar a Chupajivka, se encontraron con la víctima, que iba hablando por teléfono, y Shishimarin le disparó a la cabeza con una ametralladora para evitar que les delatara a las tropas ucranianas, según la fiscalía.
Más tarde, el comandante fue capturado por las fuerzas de Kiev, y el pasado 4 de mayo el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) publicó un vídeo en el que confesaba haber disparado contra un civil.
“Lo lamento. Lo lamento mucho. No me negué a cumplir la orden y estoy dispuesto a acatar la pena que se me imponga”, había declarado el soldado durante el juicio.
Afirmó asimismo que primero se negó a disparar sobre el civil, pero luego terminó acatando la orden. El grupo, integrado por cinco militares, temía que el civil iba a delatar su posición por teléfono.
Desde Moscú se ha criticado que el militar no haya contado con la defensa de un abogado ruso.
Tras escuchar la sentencia, el abogado de Shishimarin declaró que presentará recurso contra la pena impuesta.