A consideración de los abogados del mayor general Adán Cáceres y la pastora Rossy Guzmán, imputados en el caso Coral, la justicia dominicana “está secuestrada” y el proceso judicial donde han implicado a sus defendidos, está corrompido.
Lo que ocurre con este caso, aseguró ayer Francisco Álvarez, de la defensa de Cáceres, quien está preso en Najayo, es un populismo penal donde se ha actuado con procedimientos corruptos.
“La persecución a la corrección es correcto, la corrupción tiene que perseguirse, pero no con procedimientos corruptos, no estoy diciendo que son corruptos los que están en este procedimiento, pero el proceso está corrompido”, manifestó luego de que fuera aplazada por tercera vez la revisión de la medida de coerción de su cliente y los demás imputados de este caso.
El abogado de la pastora Rossy Guzmán también presa en Najayo, Héctor López Rodríguez, es lo que piensa que los jueces tienen miedo, y que por lo tanto se debe reformar la justicia por completo. “La justicia está cada día peor en todos los ámbitos de este país”, expresó.
El jurista dijo que de antemano, ya saben que cuando el juez revise la medida de coerción, mantendrá la prisión preventiva a los imputados, pues dijo “esa es la línea” del Ministerio Público y del Poder Judicial.
“Yo diría que hay un miedo y que no hay una verdadera independencia, los jueces no quieren, por alguna razón, tiene una afección a aceptar todo lo que el ministerio público les pida”, manifestó.
Será el viernes 11 de marzo que el juez Raymundo Mejía revisará la medida de coerción del mayor general Adán Cáceres, la pastora Rossy Guzmán, el coronel Rafael Núñez de Aza, el sargento Alejandro Montero, el cabo policial Tanner Guzmán, quienes cumplen prisión preventiva, y la del mayor Raúl Girón, en arresto domiciliario.