Puerto Príncipe. El mayor conglomerado de bandas armadas de Haití, G9 Fanmi e Alye, reiteró su pedido de dimisión del primer ministro, Ariel Henry, y amenazó con desalojarlo del poder “a costa de sangre”.
El líder del grupo, Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, convocó a la prensa nacional e internacional en la barriada de La Saline, en Puerto Príncipe, para demandar “la renuncia inmediata” de Henry, “sobre todo porque se sospecha que participó en el odioso y vil asesinato” del presidente Jovenel Moise, perpetrado el pasado 7 de julio.
“Barbecue” dijo que está dispuesto a desalojar a Henry de la oficina del primer ministro a toda costa, incluso “a costa de sangre”.
Luego, aseguró, “se entregará la llave del país a una nueva clase de hombres y mujeres de la sociedad civil que tendrán que jugar la carta de la buena gobernanza” para sacar a Haití del atolladero en el que lleva años hundido.
Esto en un momento en el que “el país no tiene líder” y está “abandonado a su suerte. “El país no tiene primer ministro, el presidente fue asesinado. El país no tiene líder. Por eso nosotros, como patriotas, luchamos para rectificar la situación”, afirmó Cherizier.
No obstante, matizó que la lucha del G9 “no es una batalla contra Henry”, sino “contra el 5 % que retiene el 95 % de la riqueza del país. Es una batalla contra el sistema, contra los oligarcas corruptos”.
A su entender, la actual situación de Haití es responsabilidad “del 5 % de población sirio-libanesa mezclada con políticos” por su “mal gobierno durante más de 50 años” y también fueron “los que distribuyeron las armas en los barrios populares”. Los burgueses y los políticos son los que “distribuyen estas armas en los barrios obreros para conseguir sus intereses personales. Para controlar el sistema. Hoy, elegimos tomarlas, usarlas contra quienes nos las dieron para liberar el país”.
Barbecue, fusil al cuello y una pistola en el pantalón, trató de mostrarse como un buen hombre preocupado por el país y por la gente más pobre.
Barbecue manifestó su malestar porque los medios se refieran a su grupo, el G9 Fanmi e Alye, como “pandillas, gangs, bandidos”, aunque asegura que su banda “no es un partido político y nunca lo será. Es un movimiento armado”.
“No somos partidarios del PHTK (partido fundado por Michel Martelly), ni jovenelistas. Somos patriotas. Somos haitianos que luchan por un cambio real”, zanjó. Tras leer un largo comunicado de prensa cargando contra el Gobierno , el capo se hizo acompañar por los medios en un recorrido por el mísero barrio de La Saline, lugar donde su banda sustituye al Estado y Barbecue es la máxima autoridad.
El “comandante” socializó con la gente
Rodeado en todo momento por un enjambre de reporteros y sin su escolta de secuaces habitual, el comandante, como se refieren a él muchos haitianos, se paró en varias ocasiones durante el trayecto, ya fuera para hablar con alguna vecina o para dejarse retratar junto a algún niño. “Este pequeño que ves aquí. ¿Cuál es su futuro? No va a la escuela, no tiene educación. Dentro de 5 o 10 años, ¿Qué quieres que haga?”, decía, en un discurso enardecido.