El exjugador del Barcelona Oscar García Junyent ha tenido buena y mala suerte en su segunda experiencia como entrenador en Francia.
Buena porque el domingo habrá millones de hinchas en todo el mundo pendientes del Reims-PSG; y mala porque seguramente tendrá enfrente a Leo Messi, símbolo de su querido Barca.
“Nadie ha encontrado la fórmula o la manera de frenarlo individualmente”, reconoce rotundamente en entrevista con EFE.
A cuatro días de que el Reims de García Junyent se mida al todopoderoso París Saint-Germain (PSG) en un partido de la cuarta jornada de la Liga francesa, el técnico español no ha dejado de recibir llamadas.
Aunque no hay confirmación oficial por parte del club de la capital francesa, todo hace indicar que Messi, uno de los fichajes más sonados de las últimas décadas, podría debutar por fin con los colores del PSG, casi 20 días después de ser presentado oficialmente.
En toda su carrera profesional, el futbolista, de 34 años, nunca ha vestido otra zamarra que la azulgrana del Barcelona (aparte de la de la selección de Argentina).Como socio e hincha culé, García Junyent tiene sentimientos contradictorios.
“Yo hubiera preferido no enfrentarme a él, porque significaba que estaría en el Barca. Pero para la Liga francesa es una señal muy positiva de que a esta Liga pueden venir los mejores del mundo o el mejor del mundo en este caso”, subraya.
García Junyent (Sabadell, 1973) y Messi tienen un pasado en común. Han compartido escuela futbolística, la Masía, y club. El ahora entrenador del Reims jugó casi 100 partidos con el Barcelona durante los años 90. Un tal Johan Cruyff le hizo debutar.
El de Sabadell ya sabe qué es enfrentarse al seis veces vencedor del Balón de Oro. Lo hizo en noviembre de 2019 en su debut como entrenador del Celta de Vigo, en el Camp Nou. El Barcelona venció 4-1. Tres de los goles fueron de Messi.
“Es lo que pasa muchas veces con Messi, creo que hicimos un buen partido tácticamente hablando, el Barca no tuvo casi ocasiones. Pero tiró dos faltas y marcó un penalti, cambió el partido con esas acciones”, recuerda.
Y la pregunta del millón- ¿Cómo pararlo? “Lógicamente si reduces las veces que pueda recibir el balón, pues reduces las posibilidades de que te haga un gol o dé una asistencia, pero es muy complicado de marcar porque se mueve con total libertad».
“Es un jugador muy listo -prosigue- que está todo el partido leyendo qué es lo que está pasando, dónde tiene que colocarse para hacer más daño al rival. Tú puedes hacer un partido tácticamente perfecto, pero es uno de los pocos que es prácticamente incontrolable».