En esta
ciudad de Nueva York, donde Pacquiao goza de alta popularidad, esperan con ansias -y miles de sus seguidores quieren lo mejor- la pelea que protagonizará con el efectivo púgil cubano Yordenis Ugás. En la pelea se disputará el campeonato welter (interino) avalado por la Asociación Mundial de Boxeo.
En principios, y con una promoción ruidosa en Estados Unidos, el filipino se alistaba para contender con el estadounidense Errol Spence quien era dado como amplio favorito por analistas y en las casas de apuestas de Las Vegas, Nevada.
Pero Spence, diez días antes del combate -agendado para realizarse en el moderno coliseo T-Mobile de Las Vegas, fue diagnosticado con una lesión (desprendimiento de retina) en su ojo izquierdo.
Lo más “apetecido” para Pacquiao -y él mismo así lo proclama cada vez que es contactado por la prensa- era enfrentarse a Spence.
Pero aceptó la realidad….ahora se ve en la obligación, por mandato de la AMB, de tener como rival a Ugás quien presenta foja profesional de 24-4 y es calificado como un “espartano” que nunca rehuye peleas.
Ganador de ocho coronas mundiales en otras tantas categorías (el único boxeador que lo ha hecho en la historia), respira optimismo y plena confianza en su victoria.
No sube a los ensogados desde el verano del 2019, mucho antes de la seria pandemia del coronavirus.
Ocurrió cuando, echando por el piso todos los pronósticos, derrotó (por decisión dividida) al estadounidense Keith Truman y así se adueñó del cetro welter.
Pacquiao, además de vencer al tiempo, se ha trazado la meta de reconquistar la faja de las 147 libras. Reconquistarla porque la AMB lo puso en “receso” -debido a su inactividad- como campeón y avala, en condición de monarca interino de la división, a Ugás.
El gran objetivo de Pacquiao
Pacquiao, y lo declaró ayer en la conferencia de prensa prvia a su pelea con Ugás, no tiene seguridad de que después de su combate del próximo sábado continuará en el cruce de guantes.
Y es que, si sale airoso –es lo que creen analistas- lo más probable es que se mantenga en los ensogados.
Este estelarisimo boxeador de las Filipinas, por su gran historia -foja de 62 triunfos, siete fracasos, dos empates y 39 éxitos por nocaut-, no tiene “más nada que demostrar” para al final de su accionar ocupar uno de los primeros lugares en el exigente mundo del boxeo rentable.
Pero, precisan los expertos, no quiere decirle -todavía- adiós a los cuadriláteros por lo que si logra concretar su objetivo: Derrotar a Ugás y reconquistar su cinturón welter buscará otros lauros.
En el encuentro con la prensa,cuyo audio fue transmitido -en directo- por la televisión hispana local, reveló que “no sé si esta va a ser la última pelea, vamos a ver pelea por pelea”.
Y postuló más al manifestar que ante la posibilidad de que esta batalla (su combate con Ugás) signifique su adiós del boxeo, “pero si tengo la posibilidad de hacer una pelea más, pues me gustaría enfrentar a los mejores, ya sea Terence Crawford o Errol Spence”.
Los analistas creen que tras una contundente victoria ante Ugás, “es casi un hecho” que se quede en el boxeo activo y entonces se vuelva a organizar -con respetables bolsas- la pelea que todos esperan: La que debe celebrar con Spence la cual podría celebrarse a finales de noviembre o en la primera semana diciembre.