El Producto Interno Bruto (PIB), como factor macro de medición de la economía, y las reservas internacionales, en su rol de reflector de la situación cambiaria de la economía, han sido los componentes económicos que lideran la recuperación que se ha dado en el primer año de gestión del presidente Luis Abinader.
Al asumir el Gobierno el 16 de agosto del 2020, Abinader encontró una economía hundida por los efectos de la pandemia del covid-19. Un año después ya hay visos de que la economía retornará a sus niveles acostumbrados de crecimiento, sobre 6 % anual.
Cuando Abinader asumió había en aplicación una expansiva política monetaria, la cual fue reforzada en la primera reunión de política monetaria del Banco Central del mes de agosto del 2020.
Para impulsar esa política monetaria expansiva que buscaba dinamizar la economía vía el financiamiento, el Banco Central redujo en 50 puntos básicos su tasa de interés de política monetaria, pasando de 3.50 % a 3.00 % anual. Y en adición, estrechó el corredor de tasas de interés, al disminuir la tasa de interés de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) de 4.50 % a 3.50 % anual, mientras mantuvo la tasa de interés de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 % anual. De esta forma, el corredor de las facilidades permanentes de liquidez del Banco Central mantuvo un rango de ± 50 puntos básicos con respecto a la tasa de política monetaria.
Al estreno del gobierno del presidente Abinader el Banco Central continuaba aplicando un paquete de medidas monetarias dirigidas a mitigar los efectos del coronavirus, por medio de un incremento en el financiamiento para los sectores productivos y los hogares. Había un volumen total de RD$ 120 mil millones puestos a disposición de las entidades de intermediación en una primera fase, de los cuales estaban ya canalizados unos RD$ 100 mil millones a través de las distintas facilidades.
El Banco Central dijo en su comunicado de política monetaria de julio que en la actualidad, los intermediarios financieros han canalizado préstamos y refinanciamientos los RD$215 mil millones del programa de provisión de liquidez en moneda nacional, a través de reportos, disminución de encaje legal y la Facilidad de Liquidez Rápida. “Estos instrumentos ya alcanzaron el punto máximo de utilización y los recursos provistos retornarían gradualmente al Banco Central, conforme sean amortizados los préstamos otorgados al sector privado, con excepción de las líneas de créditos que habían sido otorgadas a empresas que podrían recolocarse”, explicó.
Destacó, asimismo, que las medidas de estímulo monetario han sido exitosas, incidiendo en una reducción de la tasa de interés activa promedio ponderado de la banca múltiple de unos 400 puntos básicos, mientras que los préstamos privados en moneda nacional se expanden en torno a 9 % interanual al cierre de julio, una de las tasas de crecimiento más altas de la región.
En agosto del 2020, el entorno doméstico era de declive, con crecimiento negativo todavía. El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), señalaba que, luego de tocar fondo en abril con una caída de 29.8%, la economía se encuentraba en un proceso parcial de recuperación, registrando variaciones de -13.6 % en mayo y -7.1 % en junio. Y proyectaba preliminarmente que el crecimiento económico durante el mes de julio se ubicaría en torno a -8.5 %, acumulado. Hacia adelante, los modelos de pronósticos preveían entonces que la economía se recuperaría gradualmente durante el resto del año 2020 y se acercaría a su crecimiento potencial en 2021, una vez superada las crisis sanitaria y económica derivadas del COVID-19. Al final del período, el PIB decreció 6.7 %.
Al cumplir el primer año, el Gobierno del presidente Luis Abinader el entorno doméstico exhibe un panorama distinto, con un acelerado proceso de recuperación de la economía dominicana, reflejando el crecimiento significativo del IMAE de 12.7 % interanual durante el mes de junio, inclusive mayor en un 4.7 % que el nivel de actividad observado en junio de 2019, cuando en el país todavía no circulaba la pandemia.
Reservas de divisas
Por el lado de las reservas internacionales, en agosto del 2020 era de altos niveles, que se ubican en torno los US$7 mil millones, que entonces equivalían a aproximadamente 9.0 % del PIB, y el Banco Central planteaba que los fuertes fundamentos macroeconómicos permitirían que la institución pudiera seguir apoyando al mercado cambiario, contribuyendo a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio ante un convulso entorno internacional.
El panorama cambiario se distingue por mantener niveles elevados de reservas internacionales, por encima de US$12,600 millones al cierre de junio, equivalentes a una cobertura de más de 14 % del PIB y unos 7 meses de importaciones, superiores a las métricas recomendadas internacionalmente. “Esta posición fuerte de reservas y la mejoría en el flujo de divisas han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una ausencia de presiones cambiarias durante el presente año”, expuso el Banco Central en su documento de política monetaria.
Basado en esos indicadores, dijo que reafirmó su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. En ese sentido, promete que se mantendrá dando especial seguimiento al impacto de la pandemia del covid-19.