El expresidente de EE.UU. Donald Trump afirmó este jueves que si la selección femenina de fútbol liderada por “un grupo radical de izquierdistas maníacas” hubiera “respetado el himno nacional” en los Juegos Olímpicos de Tokio, en lugar de la medalla de bronce, habría ganado la de oro.
La selección femenina de fútbol de EE.UU., ganadora de dos campeonatos mundiales (2015 y 2019), obtuvo el bronce tras ganar a Australia (3-4), con sufrimiento hasta el final a pesar de la ventaja obtenida al ritmo de Megan Rapinoe, que anotó un doblete, en el minuto 8 y el 20, en la hora de partido que disputó.
En un comunicado enviado por correo Trump arremetió contra las jugadoras estadounidenses que no se pusieron en pie para escuchar el himno en Tokio, a las que se refirió con el término “woke”.
Esa palabra, que no tiene traducción literal en español, se utiliza para los deportistas que muestran su descontento con el sistema y la injusticia racial en EE.UU. de esa manera y para quienes realizan otras manifestaciones públicas de ese mismo tipo.
“Todo lo que es ‘woke’ va mal y nuestro equipo de fútbol ciertamente ha ido mal”, señaló el expresidente.
Aunque agradeció que hubiera algunas jugadoras “patriotas” que escucharon el himno de pie, indicó que se necesitan más deportistas que “respeten nuestro país y nuestro himno nacional”.
Trump, que en 2019, cuando era presidente, tuvo un enfrentamiento con la capitana de la selección, Megan Rapinoe, quien no quiso visitar la Casa Blanca, recomendó cambiar a las “wokesters” por patriotas para empezar a ganar de nuevo.
“La mujer de pelo color morado (Rapinoe) jugó terriblemente. Pasa mucho tiempo pensando en la política izquierdista radical en lugar de haciendo su trabajo”, dijo Trump sin mencionar a quien fue una de las estrellas del partido.
Rapinoe es una defensora de numerosas organizaciones LGBT, incluyendo Gay, Lesbian and Straight Education Network (GLSEN) y Athlete Ally.
También es activista por la igualdad de trato y la visibilidad hacia el fútbol femenino.