La carroza fúnebre con los restos mortales del artista, pasó por la calle Tunti Cáceres, donde la madre del Caballo tenía su casa y frente a ella se detuvieron unos minutos, mientras la música del ya legendario merenguero, fallecido este miércoles, sonaba a todo volumen.
Con los cristales abajo, Jandy Ventura, hijo del intérprete de “Capullo y Sorullo”, recibía del pueblo, que tanto disfrutó de la música de su padre, le daba personalmente el pésame.
Con bebidas y bailes algunos, otros tiraban flores, y unos grababan el momento con sus teléfonos celulares, mientras la fila de vehículos con familiares, autoridades, amigos y prensa, pasaba por las calles del populoso sector que vio nacer al gran artista al que hoy dan su último adiós.
La última parada de esta parte del programa de honras fúnebres para el artista fue en el Club Mauricio Báez, un espacio al que Ventura dio mucho apoyo y que es uno de los pilares culturales y deportivos de Villa Juana