El ataque, que no fue reivindicado, tuvo lugar la víspera de la fiesta musulmana del Sacrificio.  Los videos publicados en las redes sociales muestran escenas de pánico en el mercado, donde varias personas realizaban sus compras de cara a esta celebración.  Numerosos miembros de las fuerzas de seguridad se desplegaron en el lugar de la explosión y los heridos, al menos una quincena, fueron trasladados a un hospital.

El presidente iraquí, Barham Saleh, denunció en Twitter «un crimen odioso y de una crueldad sin precedentes».

Se trata del primer atentado en la capital iraquí desde enero, cuando 32 personas murieron en el ataque de dos suicidas en un mercado del centro. El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque.  Ciudad Sadr, suburbio popular de Bagdad, es el bastión de los partidarios del líder chiita Muqtada al Sadr, cuya influencia es a menudo determinante en la política nacional.