El premier designado Claude Joseph ha estado gobernando el país con el respaldo de la policía y las fuerzas armadas pese al hecho de que Moïse había anunciado su reemplazo un día antes de ser asesinado. Joseph y sus aliados argumentan que el sucesor designado, Ariel Henry, no fue juramentado, aunque han prometido trabajar con él y con Joseph Lambert, jefe del Senado.
La declaración diplomática fue emitida por un grupo formado por los embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y representantes de la ONU y de la Organización de Estados Americanos. Es necesaria la creación de un “gobierno consensual e inclusivo”, dijo el grupo.
“Con ese objetivo, alienta fuertemente al primer ministro designado Ariel Henry a continuar la misión que se la ha confiado para formar ese gobierno”, agregó. No fue posible contactar de momento a funcionarios estadounidenses o de la ONU para saber sus comentarios. Henry y voceros de Joseph y la OEA tampoco respondieron de inmediato a mensajes.
El grupo pidió además que “todos los elementos políticos, económicos y de la sociedad civil en el país respalden plenamente a las autoridades en sus esfuerzos para restaurar la seguridad”. Moïse fue asesinado el 7 de julio por hombres armados que invadieron su casa en un ataque que las autoridades dicen fue lanzado por haitianos, haitiano-estadounidenses y exsoldados colombianos.
Un día después, el vocero del Departamento de Estado norteamericano apuntó que Joseph era el ocupante del cargo y que estaba sirviendo como primer ministro interino antes del asesinato. “Continuamos trabajando con Claude Joseph como tal”, dijo.