MANAGUA.- Nicaragua exigió este lunes la “no injerencia de cualquier Gobierno extranjero” en sus asuntos internos, afirmó no ser “una amenaza para ningún país del mundo”, y demandó el cese de las sanciones internacionales que, según dijo, en tiempos de pandemia “eleva su ilegalidad al nivel de crimen de lesa humanidad”.
En un mensaje titulado “Nicaragua: En defensa de la soberanía nacional y el estado de derecho”, el Ejecutivo se quejó de que “se está desarrollando un ataque implacable y sin precedentes en contra del pueblo y Gobierno de Nicaragua, impulsado por falsas narrativas propugnadas por medios de comunicación de la derecha y “figuras de la oposición” financiados por Estados Unidos”.
Ese mensaje se da en medio de los llamados de la comunidad internacional para frenar los arrestos de opositores en Nicaragua, incluido cuatro aspirantes a la Presidencia, a falta de cinco meses de los comicios en los que el presidente Daniel Ortega busca una nueva reelección.
También a un día de que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebre una sesión virtual extraordinaria para “abordar la situación en Nicaragua”, a solicitud de Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Paraguay y Perú.
“NO REPRESENTAMOS AMENAZA PARA NINGÚN PAÍS”
“Nicaragua está comprometida con la celebración de unas elecciones generales libres, justas y transparentes el próximo 7 de noviembre. En ese sentido, Nicaragua debe exigir la no injerencia de cualquier Gobierno extranjero, dado que una opinión o declaración expresada por un Gobierno extranjero puede afectar la correcta implementación del proceso electoral”, señaló el Ejecutivo.
En octubre pasado, la Asamblea General de la OEA llamó al Gobierno de Ortega a realizar reformas a la Ley Electoral que garantizaran unas elecciones creíbles a más tardar en mayo, lo que, a juicio de los opositores locales, no se ha dado.