BANGKOK.- Más de 800 personas han muerto ya en Birmania (Myanmar) debido a la represión militar desde el golpe de Estado, en medio de nuevas sanciones económicas contra la junta y la decisión de posponer el debate sobre un embargo de armas en la Asamblea General de la ONU.
Según los últimos datos de la Asociación para la Asistencia de los Presos Políticos (AAPP), 802 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad desde el golpe del pasado 1 de febrero, mientras que 5.210 han sido detenidas y se han emitido órdenes de arresto contra otras 1.699.
La violencia en los últimos días se ha concentrado en Mindat, una ciudad en el estado Chin (noroeste) donde el Tatmadaw (Ejército birmano) y la recién formada Fuerza de la Defensa Chin, una milicia civil prodemocrática, han combatido durante días.
El portal opositor Khit Thit Media informó hoy de que los soldados han cortado el suministro de agua a la ciudad, lo que ha dejado a sus 46.000 habitantes con reservas para unos dos días.
El domingo, el Ejército forzó la retirada de la milicia prodemocrática tras un asedio contra la población civil con bombardeos aéreos y artillería pesada, que ha dejado al menos 9 muertos entre rebeldes y civiles, entre ellos un niño de 10 años .
El goteo de muertos ha continuado en las últimas semanas pese al compromiso adquirido por el general Min Aung Hlaing, líder de la junta, de parar la violencia contra civiles durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrada en Yakarta el pasado 24 de abril.
Desde esa fecha y hasta el lunes, más de 50 personas han muerto a manos de los fuerzas de seguridad en todo el país.
El general golpista Min Aung Hlaing dio el visto bueno a un comunicado que recoge además el compromiso para “un dialogo constructivo entre todas las partes para buscar una solución pacífica” y la intervención mediadora de la ASEAN, pero pocos días después del acuerdo alegó que la violencia se detendría una vez que el país estuviera estabilizado.