WASHINGTON, 13 MAY (EFE).- Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) concluyeron este jueves que la población vacunada del país puede ir sin mascarilla en la mayoría de espacios cerrados, aunque deberán mantenerla en sitios con multitudes, como aviones, autobuses y hospitales.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, anunció el cambio de reglas en una rueda de prensa, en la que explicó que las autoridades sanitarias han tomado su decisión con base en estudios que prueban la efectividad de la vacuna contra la covid-19.
“Todo aquel que esté completamente vacunado puede participar en actividades en el interior y el exterior, grandes y pequeñas, sin tener que llevar mascarilla o guardar una distancia física. Si está completamente vacunado, puede comenzar a hacer las cosas que dejó de hacer por la pandemia”, dijo Walensky.
“Todos -añadió- hemos anhelado este momento en el que podemos volver a alguna forma de normalidad”.
Esa vuelta a la normalidad, explicó Walensky, ha llegado a Estados Unidos porque las vacunas contra la covid-19 han demostrado su eficacia y han logrado reducir el número de contagios.
La científica describió el momento como “poderoso” y “emocionante” y, sonriente, dijo a los estadounidenses: “Una vez que estén completamente vacunados, dos semanas después de su última dosis, ya pueden quitarse la mascarilla”.
Sin embargo, recomendó a quienes no son inmunes contra el virus que se hagan una prueba si empiezan a sentir síntomas y que vuelvan inmediatamente a colocarse la mascarilla.
Además, pidió a las personas con un sistema inmune débil que hablen directamente con su médico para determinar cuáles son los pasos adecuados.
En su página web, los CDC detallan cuáles son algunas de las excepciones. Por ejemplo, los estadounidenses tendrán que llevar mascarilla cuando viajen dentro o fuera de EE.UU., en lugares como aeropuertos y estaciones, así como en aviones, autobuses o trenes.
Los CDC también piden extremar la precaución en hospitales, los consultorios médicos, las prisiones y otros centros de detención, así como en albergues para personas sin hogar.
Las normas de los CDC han servido de guía para los estados y empresas de EE.UU. durante la pandemia.