NUEVA YORK.- El simpatizante del grupo Estado Islámico (EI) Akayed Ullah, que en diciembre de 2017 intentó sin éxito perpetrar un atentado terrorista en el metro de Nueva York, ha sido condenado este jueves a cadena perpetua en un tribunal federal de Manhattan.
Ullah, de 29 años y originario de Bangladesh, fue declarado culpable de todos los cargos en noviembre de 2018 tras un juicio que se prolongó durante una semana.
El condenado activó un artefacto explosivo en una estación de metro situada bajo la terminal de autobús de Port Authority, en el centro de Manhattan, el 11 de diciembre de 2017.
“Pretendía asesinar a tantos estadounidenses inocentes como fuera posible. El motivo de Ullah era claro e inequívoco: un odio ideológico contra Estados Unidos profundamente arraigado”, dijo la fiscal de Manhattan, Audrey Strauss, citada en un comunicado.
“Irónicamente, las acciones de Ullah solo consiguieron reafirmar la grandeza de EE.UU. al mostrar la justicia e imparcialidad que representa nuestro sistema de justicia”, agregó.
La bomba, que el hombre llevaba pegada al cuerpo, falló y sólo provocó heridas leves a cuatro personas, además de daños más graves al propio terrorista.
Según la Fiscalía, Ullah fabricó un explosivo de tubo y lo detonó “en un nudo de comunicaciones muy transitado en el centro de Nueva York”, con la intención de “hacer daño y aterrorizar al mayor número de gente posible”.
El autor del atentado fallido, que residía en el barrio de Brooklyn, había afirmado durante su juicio que no era un terrorista, sino que simplemente estaba indignado por la intervención de EE.UU. en Oriente Medio.
“Esto no es para nada un ataque. Es un intento de suicidio en público”, alegó entonces la abogada de Ullah, Amy Gallicchio.