El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo Michael Hoeppner y nombró a un sustituto temporal para dirigir la diócesis de Crookston, indicó el martes el Vaticano. Hoeppner tiene 71 años, cuatro años menos de la edad normal a la que se retiran los obispos.
El Vaticano no dijo por qué había aceptado Francisco la dimisión. Sin embargo, el Vaticano autorizó en 2019 una pesquisa sobre las acusaciones de que Hoeppner había cometido “actos u omisiones dirigidas a interferir con o evitar investigaciones civiles o canónicas sobre conductas sexuales clericales reprobables”.
El Vaticano encargó la investigación al arzobispo de St. Paul-Minneapolis, Bernard Hebda. La oficina de Hebda anunció el año pasado que la Santa Sede había autorizado una investigación más a fondo.
Hoeppner estaba acusado de afirmar que un sacerdote, monseñor Roger Grundhaus, era apto para ejercer su ministerio pese a supuestamente saber que el hombre había abusado de un chico de 16 años a principios de la década de 1970.
La víctima, Ron Vasek, demandó más tarde a la diócesis y alegó que Hoeppner le había chantajeado para que retirase sus acusaciones contra el sacerdote. La demanda se resolvió en 2017 con un acuerdo extrajudicial por una suma no publicada.
Que se sepa, Hoeppner fue el primer obispo investigado por el Vaticano según una nueva ley de 2019, aprobada por Francisco que sentaba las bases de las pesquisas preliminares contra obispos acusados de abusos sexuales o encubrimiento.
Declaró bajo juramento que cuando afirmó que Grundhaus era apto para el cargo, intentaba proteger la confidencialidad de la víctima. Ha señalado que Grundhaus sigue negando las acusaciones de Vasek.
En un primer momento no había comentarios de la diócesis de Crookston ni de la arquidiócesis de St. Paul-Minneapolis.
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos anunció la renuncia de Hoeppner y el nombramiento del reverendo Richard E. Pate, obispo retirado de Des Moines, como administrador temporal, sin comentar el motivo del cambio.
La diócesis de Crookston tiene casi 35.000 católicos en una zona de 278.000 personas en el norte de Minnesota.