, RECIFE, BRASIL.- Un grupo de unos 300 migrantes, en su gran mayoría haitianos, acampan desde hace cuatro días en el Puente de la Integración, que une a la ciudad brasileña de Assis, en el estado de Acre, con la región peruana de Madre de Dios, para intentar ingresar en Perú con el fin de desplazarse a otros países.
La Alcaldía de Assis indicó a EFE que el gobernador de Acre, Gladson Cameli, entró en contacto este lunes con el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño para “gestionar un pedido de carácter humanitario, por vía diplomática” que autorice el ingreso a territorio peruano de los inmigrantes.
“Ellos no quieren retornar a los albergues y por eso con ayuda de voluntarios instalamos carpas y estamos alimentando el grupo, en el que se encuentran muchos niños”, según relató un portavoz de la Alcaldía.
El grupo es diferente del que llegó a Assis en julio pasado y del que solo un ciudadano cubano permanece todavía en uno de los albergues dispuestos por la Alcaldía, después de que el resto consiguió dejar Brasil con destino a otros países.
El nuevo grupo, de acuerdo con la Alcaldía, comenzó a llegar a finales de enero procedente de las regiones Sur y Sudeste, principalmente de los estados de Río Grande do Sul y Sao Paulo, después de perder los empleos por causa de la pandemia del nuevo coronavirus y optar por retornar a su país o aventurarse en otro.
El cruce fronterizo en el Puente de la Integración está cerrado desde marzo de 2020 como medida para evitar la propagación de la covid-19 y los inmigrantes que estaban albergados en Assis tuvieron que dejar la ciudad y el país por otras vías y rutas.
El nuevo grupo dejó el viernes los albergues después de circular una supuesta noticia de que Perú, por las fechas del Carnaval brasileño, iría a abrir la frontera el fin de semana.
No obstante, las autoridades peruanas desmintieron la información y, por el contrario, reforzaron el cruce fronterizo con una mayor presencia de militares armados.
El alcalde de Assis, Jerry Correia, estuvo el domingo visitando a los inmigrantes y declaró a medios locales que la “situación es caótica y dramática”, debido a la alta presencia de niños y a la rotunda negativa de los haitianos de volver a los albergues.
Correia indicó que se reunió con el gobernador de Madre de Dios, Luis Hidalgo, para que las autoridades peruanas autoricen el ingreso de los haitianos, pero la situación se tornó más compleja después de que Acre entró en su fase más restrictiva por la covid-19, que en Brasil acumula ya casi diez millones de casos y 240.000 muertes.