MIAMI.- Nueve congresistas republicanos que antes fueron militares pidieron al secretario de Defensa, Lloyd Austin, que reconsidere sus planes de cerrar la cárcel para terroristas de Guantánamo, según informó este lunes uno de ellos, el ex “boina verde” Michael Waltz, representante por Florida.
En una carta dirigida a Austin, que Waltz publicó en su cuenta de Twitter, los nueve congresistas, “como veteranos de la ‘Guerra global contra el terrorismo’” señalan que tienen “serias reservas” ante la posibilidad de que se cierre la cárcel de Guantánamo, situada en la base naval del mismo nombre en Cuba.
Austin, primer afroamericano que dirige el Pentágono, dijo en su testimonio escrito de confirmación del cargo que ve llegada la hora de “cerrar las puertas” de esa cárcel, que hoy en día cuenta con unos 40 presos, entre ellos los autores intelectuales de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Son personas que realmente siguen en guerra con Estados Unidos”, subrayan los congresistas en su mensaje a Austin.
Los nueve firmantes de la carta le piden que reconsidere su plan y le recuerdan que Barack Obama que había prometido cerrar la cárcel para terroristas, cuando llegó a la Presidencia no lo hizo porque sus planes chocaron con “los datos de la realidad”.
“Muchos de nosotros pusimos en riesgo nuestras vidas para impedir que esos terroristas regresasen al campo de batalla para siempre. Algunos de nosotros incluso tenemos heridas permanentes por ello”, dicen en la carta los nueve congresistas al secretario de Defensa de la Administración del demócrata Joe Biden, que asumió el 20 de enero y fue vicepresidente con Obama.
Además de Waltz, firman la petición Jim Banks (Indiana), Steve Stivers (Ohio), Brad Wenstrup (Ohio), Ronny Jackson (Texas), Andrew Clyde (Georgia), Tony Gonzales (Texas), Guy Reschenthaler (Pensilvania) y Van Taylor (Texas), todos ellos excombatientes.
Actualmente hay 40 presos por terrorismo en Guantánamo y, aunque Austin no ha explicado qué haría con ellos una vez que la cárcel se cierre, los congresistas rechazan tanto la opción de la liberación y la devolución a sus países como la de que sean trasladados a cárceles en EE.UU.