INTERNACIONAL.-Cuando Diego Simeone se puso al timón del Atlético en la víspera de la Navidad de 2011, el Valencia era la única alternativa a Barcelona y Real Madrid en su sempiterna lucha por el título de LaLiga Santander.
El técnico argentino asumió las riendas del cuadro colchonero con el objetivo expreso de devolverlo, por historia y peso social, al sitio que le tocaba. Exactamente el mismo que ocupaba un Valencia que entonces era tercero en la tabla con trece puntos más que el Atlético, décimo.
Simeone se haría con el campeonato en 2014 y pondría al Atlético a la misma altura del Valencia, no en vano se trata de los dos únicos equipos que les han discutido el título a barcelonistas y madridistas durante los últimos veinte años. Ambos saben que esta es LaLiga Santander más abierta de los últimos tiempos y tienen ante sí la posibilidad de lograr cosas grandes porque no hay un claro favorito al título.
Es por ello que el choque que protagonizarán ambos equipos el próximo sábado en Mestalla promete. Especialmente porque el partido se presenta con los papeles intercambiados con respecto a aquella lejana Navidad: hoy es el Valencia el que quiere volver a ser el protagonista en LaLiga Santander, mientras recibe a un Atlético que ya es muy protagonista (especialmente tras la victoria del último fin de semana ante el FC Barcelona), y que llega a la costa mediterránea sabiendo que se le da particularmente bien jugar en Mestalla.
Cabe no olvidar cómo incluso antes de que al Valencia CF se le acumularan los problemas, el Atlético ya supo hacerse fuerte en el feudo valencianista, habitualmente una de las plazas más complicadas del campeonato. Pero no es así para los de Simeone.