Washington.- El Gobierno estadounidense anunció este lunes la venta a Taiwán de 100 sistemas de defensa marítima Harpoon y 400 misiles de este tipo por 2.370 millones de dólares, una transacción a la que China había advertido que respondería con sanciones.
El Gobierno del presidente Donad Trump “notificó hoy formalmente al Congreso una venta de cien Sistemas de Defensa Costera Harpoon (HCDS), incluidos 400 misiles de superficie RGM-84L-4 Harpoon Block II, por valor de 2.370 millones de dólares”, informó un funcionario del Departamento de Estado que pidió no ser identificado.
Antes incluso del anuncio, el Gobierno Chino anunció hoy la imposición de sanciones a los fabricantes de este sistema de misiles, Lockheed Martin, Boeing Defense y Raytheon.
Según el Departamento de Estado, la venta, a la que ahora deberá dar su visto bueno el Congreso de Estados Unidos, comprende material “necesario para permitirle (a Taiwán) mantener una capacidad de autodefensa suficiente”.
“Si se concluye la venta, este sistema mejorará la capacidad defensiva de Taiwán, que tiene la intención de utilizar sus propios fondos para esta compra”, dijo el funcionario.
El Gobierno de Trump ha mantenido una política de enfrentamiento con China y ha dado prioridad al fortalecimiento de las relaciones con Taiwán, incluida la venta de armas, pese a que en 1979 Washington rompió sus relaciones con Taipéi, que se convirtieron en informales, tras reconocer a la República Popular China.
Además de una política de imposición de aranceles, la actual Administración estadounidense envió en agosto pasado a Taiwán a su secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, en la primera visita de un funcionario de más alto rango a la isla desde entonces.
Taiwán se considera un territorio soberano con Gobierno y un sistema político propios bajo el nombre de República de China desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Pekín mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que debe retornar a lo que denomina la patria común.
“EE.UU. mantiene un interés permanente en la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y considera que la seguridad de Taiwán es fundamental para la seguridad y la estabilidad de la región del Indo-Pacífico en general”, aseguró el funcionario estadounidense.