China ordenó el viernes el cierre del consulado estadounidense en la ciudad suroccidental de Chengu, en una veloz represalia por el cierre de su consulado en Houston. Hace dos semanas, el ministro chino del exterior, Wang Yi, preguntó en voz alta si las relaciones podrían mantenerse normales. El jueves, el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, respondió: llegó la hora de cambiar de curso.
“El viejo paradigma del compromiso ciego con China simple y sencillamente
no funciona”, dijo Pompeo en un discurso en la Biblioteca Presidencial Richard Nixon en el sur de California. “No debemos mantenerlo. No debemos volver a él”.
Año electoral
El año electoral en Estados Unidos atiza las tensiones y el presidente Donald Trump parece aprovechar las fricciones con China para agitar el apoyo entre su base de simpatizantes. Se reelija Trump o no en noviembre, es una situación que no eliminará las persistentes diferencias.
“Estamos examinando un cambio estructural en la relación, que tendrá continuidad incluso si Trump no consigue un segundo periodo”, dijo Steve Tsang, director del Instituto de China en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en Londres.
RELACIONES
Se avivan los conflictos
Cierres.
China ordenó ayer a EEUU cierre su consulado en Chengdu, en el oeste del país, tras alegar que “la medida tomada por China es una respuesta legítima y necesaria al acto injustificado de Estados Unidos”, según un comunicado de la Cancillería.