DICEN PUNTO COM
SANTO DOMINGO.- Un grupo de profesionales que ha tenido que reinventarse consiguiendo resultados positivos, durante la pandemia del Covid-19 son los entrenadores personales.
Guardar el distanciamiento, utilizar mascarillas, aplicar gel desinfectante y ponerle más amor a las rutinas de entrenamiento se convirtió en el nuevo modus operandi miles de dominicanos que se dedican a este oficio.
“Me vi en la obligación de construir mi propia área de entrenamiento en casa con los utensilios necesarios (dispensadores de alcohol, alfombra desinfectante) y recibiendo sólo 2 clientes simultáneamente”, indicó Medina, de 27 años de edad.
Para Medina, ser entrenador es una vocación y afirma que en ocasiones lo ha hecho de forma desinteresada y sin importar las circunstancias.
“Entrenar no es dar órdenes, es hacer que el cliente sienta que el esfuerzo es de corazón y me encanta que la gente se vaya con una buena impresión de mi y de mi trabajo”, apuntó el entrenador.
De igual forma estableció sus clases vía zoom con muchos de sus clientes que a su juicio son aprovechadas de forma satisfactoria.
Kristie Diane Belliard Rosario, psicóloga clínica y entrenadora personal de 26 años, quien comenzó en el mundo del fitness por casualidad, hoy en día confirma que los cambios en la forma de entrenamientos son una responsabilidad mayor.
“La pandemia se ha constituido en un reto del día a día, he tenido que adaptar la rutina de entrenamiento para cada persona. Es algo fascinante, porque
la vida de trata de eso de adaptarnos a los cambios para mejor”, manifestó Belliard, quien labora en el gimnasio Bodyshop desde el 2012.
Joan Miguel Medina Soto, entrenador personal con 6 años de experiencia, se adaptó muy rápido a esta nueva forma de convivencia y entrenamiento en medio de la pandemia y convirtió la crisis en una oportunidad de crecimiento.
