WASHINGTON.- Ha llegado el momento del “basta ya” para el movimiento de derechos civiles en EE.UU., que especialmente se desarrolló en la década de los 50 y 60 del siglo XX para exigir igualdad ante la ley para los ciudadanos de raza negra, y que ahora vive una nueva era tras aprender lecciones del pasado y donde las nuevas tecnologías tienen un papel importante., informaron este lunes medios locales.
La mecha de las protestas, que han degenerado en disturbios, ha prendido a lo largo y ancho del país, después de que George Floyd, un afroamericano de 46 años, muriera a manos de un policía blanco hace una semana cuando era detenido en Mineápolis (Minesota).
Ese instante fue captado por los móviles de los transeúntes, que grabaron los nueve minutos agónicos en los que el agente Derek Chauvin asfixiaba a Floyd presionando su rodilla contra el cuello de la víctima, que no paraba de decir que no podía respirar.
UN MOVIMIENTO QUE NO HA PARADO DE EVOLUCIONAR
No es la primera vez que EE.UU. vive manifestaciones y altercados frente a la brutalidad policial, pero las tácticas del movimiento de derechos civiles han cambiado.
“El movimiento de derechos civiles de hoy se basa en las lecciones del pasado y las usa para avanzar en soluciones concretas para vincular de forma agresiva las causas profundas de la supremacía blanca y el racismo sistémico”, dijo a Efe Becky Monroe, directora del programa de Lucha contra el Odio y los Prejuicios de The Leadership Conference of Civil and Human Righs.
Esta coalición, que engloba a unos 200 grupos del movimiento de derechos civiles, y otras organizaciones ha pedido a las autoridades de Mineápolis que pongan en marcha “mejores prácticas” para la resolución de problemas de manera pacífica.
Monroe explicó que en la actualidad el movimiento conjuga organizaciones más tradicionales con otras nuevas y que los sucesos de la última semana son indicativos de una nueva era.
“Estamos en la era donde la gente negra ha dicho ‘basta ya’. Piden que aquellos que están en el poder respondan de forma afirmativa con una legislación federal que aborde significativamente el racismo sistémico duradero y el supremacismo blanco en este país”,