Zagreb – Dos fuertes temblores, con magnitudes de entre 5 y 5.5 grados en la escala de Richter, causaron este domingo pánico en Zagreb, graves daños materiales y varios heridos, todo ello, en medio del confinamiento ciudadano impuesto por las autoridades de Croacia contra la expansión del coronavirus.
El primer sismo, el más fuerte, sacó a los habitantes de la capital croata de sus camas en torno a las 06.30 hora local (05.30 GMT), seguido por el segundo temblor media hora más tarde.
En las siguientes horas se sintieron varias réplicas, aunque todas bastante más leves.
Miles de ciudadanos salieron por el pánico a las calles, también muchos pacientes de los principales hospitales que atienden a personas con infecciones de COVID-19.
Una clínica de maternidad decidió realizar los partos previstos para este sábado en ambulancias al aire libre, mientras que decenas de madres con bebés recién nacidos salieron a las calles en medio de inusuales temperaturas bajas de apenas 4 grados.
Un número no determinado aún de personas resultaron heridas leves al derrumbarse parte de edificios y techos, aunque una joven de 15 años se encuentra ingresada en estado crítico, señalaron las autoridades.
La catedral de Zagreb, el edificio más alto de la ciudad, sufrió daños en su torre, cuya punta se quebró e impactó justo en frente de la vivienda del cardenal y arzobispo de Zagreb, Josip Bozanic.
Según las autoridades croatas, el epicentro del temblor fue a 7 kilómetros al norte de Zagreb, a una profundidad de tan solo 10 kilómetros, lo que explicaría los fuertes daños en numerosos edificios del centro de la ciudad.
El seísmo fue sentido con fuerza también en la vecina Eslovenia y en el sur de Austria
El ejército croata fue enviado inmediatamente después del temblor a las zonas más afectadas para retirar los escombros, mientras que especialistas en estática y arquitectos revisaban los edificios más afectados, entre ellos, el Parlamento de Croacia, que sufrió graves daños, por lo que se ha prohibido entrar en su interior.