VIENA.- La OPEP y sus aliados ultiman este miércoles en Viena un acuerdo sobre una nueva reducción de su ya limitada producción petrolera, en respuesta a la caída del consumo energético causado por la epidemia del coronavirus, un recorte que se espera sea adoptado en las reuniones de mañana y el viernes.
Se trata de un encuentro extraordinario de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, entre ellos Rusia, convocado en diciembre y que ahora ha vuelto a ser clave, dominado por el golpe que supone para los productores la fuerte caída de la demanda del “oro negro” por el COVID-19.
“Tenemos un exceso de suministros en esta situación causada por el coronavirus. Es necesario que la OPEP y los No-OPEP (aliados) hagan algo para reequilibrar el mercado”, declaró este miércoles el ministro iraní de Petróleo, Biyán Zangané, en Viena.
“Hay que reducir al menos unos 500.000 barriles diarios (de crudo)”, añadió el delegado de uno de los países hasta ahora más afectados por la propagación del virus, con 92 muertos y casi 3.000 contagiados a día de hoy, según las cifras oficiales.
A diferencia de otros foros internacionales cancelados para evitar contagios, los ministros de la OPEP+ (OPEP y aliados) decidieron asistir en persona a las citas vienesas, aunque limitando al máximo el número delegados y vetando el acceso de la prensa a la sede de la organización.
Presidido por el ministro saudí de Energía, Abdelaziz bin Salmán, y con su homólogo ruso, Alexandr Novak, como vicepresidente, el comité comenzó esta tarde a evaluar a puerta cerrada la evolución del mercado petrolero y la recomendación de un equipo técnico de retirar del mercado entre 600.000 y un millón de barriles diarios hasta fines de junio.