MOSCÚ.- Rusia hace oídos sordos a los llamamientos que hizo Occidente este viernes para que se frene la ofensiva militar del Ejército sirio en la provincia de Idlib y, pese al agravamiento de la situación y las cada vez mayores tensiones con Turquía, continúa defendiendo y apoyando sin miramientos las acciones del régimen de Bachar al Asad.
La ONU y las potencias occidentales del Consejo de Seguridad, la Unión Europea y la OTAN, todos han aumentado en las últimas horas la presión sobre Siria y Rusia para que detengan su avance en Idlib, último bastión opositor y donde los combates han desplazado a más de 900.000 personas desde diciembre, según Naciones Unidas.
RUSIA SE MANTIENE FIEL A AL ASAD
Pero Rusia se mantiene fiel a Damasco y dirigía hoy de nuevo los dardos contra Turquía, que perdió el jueves a 33 soldados en un bombardeo sirio en Idlib, elevando así la cifra de militares turcos fallecidos en Siria este mes a 54.
“En respuesta a las constantes violaciones del régimen del alto el fuego dentro de la zona (de desescalada) de Idlib, el Ejército sirio tiene todo el derecho a responder, aplastar a los terroristas”, declaró este viernes el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
“Nosotros no podemos prohibir al Ejército sirio cumplir con los requisitos mencionados en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre una lucha sin cuartel contra el terrorismo en todas sus formas y expresiones”, destacó.