SAO PAULO.- Cerca de 150 asesinatos se han registrado entre el miércoles y el domingo de la semana pasada en el estado brasileño de Ceará (noreste), donde agentes de la Policía Militarizada continúan este lunes amotinados y en huelga para exigir una mejora salarial.
La Secretaría de Seguridad Pública de Ceará informó en su último balance que solo el domingo hubo 25 “crímenes violentos letales” para totalizar 147 en cinco días, pese a la presencia del Ejército en las calles, autorizada desde el jueves por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
El paro de los policías militarizados, que en Brasil se encargan de patrullar y tienen prohibido declararse en huelga por su estatus de militar, comenzó el pasado martes por la noche y ha sumido a Ceará en una grave crisis de seguridad que ha desembocado en un repunte de los homicidios.
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército y líder de la extrema derecha en Brasil, autorizó el pasado jueves el uso de las Fuerzas Armadas hasta el próximo día 28 con el objetivo de contener la ola de violencia desatada en ese estado brasileño.
Desde entonces, soldados del Ejército, miembros de la Fuerza Nacional, integrado por policías de élite, y agentes de otras instituciones locales velan por la seguridad de los habitantes en Ceará.