INTERNACIONALS./ Las investigaciones sobre las causas del accidente que terminó con la muerte de la leyenda de la NBA, Kobe Bryant, de su hija y otras 7 personas, continúan desarrollándose. Este martes, funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés) señalaron que el helicóptero en el que se estrelló el deportista no estaba equipado con un sistema de alerta de terreno que podría haber ayudado al piloto a advertir que se estaba acercando a una ladera.
Según la NTSB, la aeronave estaba a 2.300 pies cuando perdió la comunicación con los controladores de tráfico aéreo. El helicóptero Sikorsky S-76 descendía a más de 2.000 pies por minuto en el momento del impacto (a una altura de 1.085 pies), lo que hace presumir a los investigadores que el choque fue intenso.
Jennifer Homendy, investigadora del NTSB, indicó que hace 16 años su agencia había hecho una recomendación a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) para que exigiera que todos los helicópteros que transportaran 6 o más pasajeros estuvieran equipados con este sistema de alerta de terreno, conocido como TAWS (Terrain awareness and warning system).
Sin embargo, el sistema sigue siendo voluntario. Según Homendy, la FAA “no actuó” luego de la sugerencia realizada por la NTSB.
“Ciertamente el TAWS podría haber ayudado a proporcionar información al piloto sobre el terreno en el que estaba volando”, dijo Homendy, respecto al accidente de Bryant.
La FAA, por su parte, afirmó que hoy se requiere de este mecanismo pero solo en el caso de las operaciones de ambulancia aérea y no en vuelos comerciales, como el del deportista estadounidense, quien solía utilizar este servicio para moverse por los alrededores de Los Ángeles.