NUEVA YORK._ A un algo más de un año de la muerte de un balazo a través de la mirilla de la puerta de su apartamento de la dominicana Wendy Martínez, la policía aún no tiene pistas sobre el matador, conocido como el Asesino del Paraguas, porque esa noche lluviosa del 28 de noviembre 2019, llevaba uno y se cubría la cara con una máscara.
El crimen ocurrió en el edificio donde residía la dominicana junto a su hijo, cuando el matón tocó el timbre de la puerta y ella fue abrir, impidiendo que el muchacho lo hiciera primero y fue cuando el asesinó disparó a través de la mirilla, también llamada “ojo mágico”.
Originalmente, se creyó que el asesino fue en busca del hijo de Martínez, pero esa versión no se ha confirmado.
Mientras la imagen del asesino todavía cuelga en medios locales y redes sociales, publicada por la Unidad Alto al Crimen (Crime Stopper) del Departamento de Policía (NYPD), la madre de la víctima, señora Bárbara Díaz está exigiendo que se haga justicia.
“Tengo el corazón demasiado roto”, dijo la madre.
“Ella era mi primera hija, mi hija mayor, mi amiga y era todo para mí”, señaló la señora Días entre lágrimas en una entrevista con el reportero Rolman Vergara de Noticias 41 / Univisión Nueva York.
La madre dijo que aunque se hace un año del asesinato, su dolor permanece como si fuera el primer día.