MADRID.- La crisis de seguridad causada por las protestas independentistas violentas de Cataluña está profundizando el distanciamiento entre el Ejecutivo de España y el gobierno catalán, responsable de mantener el orden público en esa región autónoma.
El ministro español de Fomento, José Luis Ábalos, denunció este miércoles la “irresponsabilidad” del presidente regional de Cataluña, el soberanista Quim Torra, por no tener “ningún interés” en controlar la situación de desorden.
Lo acusó de hacer “llamamientos” a las protestas contra la sentencia judicial que condena a prisión a nueve líderes soberanistas, que luego derivan en violencia.
El Ejecutivo español exigió a Torra que condene los actos violentos, en un ambiente de tensión creciente entre las autoridades españolas y catalanas.
A pocas semanas de las elecciones generales del 10 de noviembre en España, el jefe del Ejecutivo español, el socialista Pedro Sánchez, busca la colaboración de los líderes de los principales partidos opositores españoles: el conservador PP, el liberal Ciudadanos y el izquierdista Unidas Podemos.
Sánchez se reunirá hoy con ellos para transmitirles su “determinación” de “garantizar la seguridad con firmeza, proporcionalidad y unidad”, según dijo en un mensaje difundido en Twitter.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, precisó que sería “absolutamente imprudente” que el Ejecutivo tome el control de la Policía catalana, ya que la coordinación de este cuerpo regional con las fuerzas del seguridad del Estado es “inmejorable” y “permanente”.