EL CAIRO.- Más de 150,000 sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares en el sur de la provincia de Idlib y en el norte de la vecina de Hama en los últimos quince días, desde que el Ejército dio por roto un breve alto el fuego en estas áreas rebeldes, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Con esta cifra, aumentan a más de 750,000 los sirios que han huido de sus casas por los intensos y continuos bombardeos por parte de las fuerzas gubernamentales y su aliada, Rusia, desde el comienzo de la ofensiva el pasado 30 de abril contra la región de Idlib y el norte de Hama, así como la aledaña Latakia, feudo de la familia del presidente, Bachar al Asad.
La ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, señaló que los desplazados provienen del sur y sureste de Idlib, y del noroeste de Hama, donde los combates se han intensificado en los últimos días y las tropas sirias, con el apoyo de Moscú, han capturado varias poblaciones.
Las fuerzas leales a Damasco se disponen ahora a tomar el control de Jan Shijún, una localidad destacada del sur de Idlib de donde ya se habían visto desplazadas decenas de miles de personas debido a los bombardeos en los meses pasados.
Según el Observatorio, los 150.000 desplazados de las últimas dos semanas se dirigen hacia el norte de Idlib, a lugares en los que no tienen apenas cobijo y se refugian bajo los árboles, en zonas fronterizas con Turquía.
Ankara, que tiene a sus militares estacionados en la región en base a un acuerdo con Moscú sellado el pasado septiembre, teme que haya una nueva oleada de desplazamiento masivo hacia su territorio.