HOUSTON, EE.UU.- Las Grandes Ligas respondieron con severidad a los principales participantes de la pelea que protagonizaron el pasado martes por la noche los equipos de los Rojos de Cincinnati y los Piratas de Pittsburgh al suspender a seis jugadores y a los manejadores de ambas franquicias.
A todos ellos el comité disciplinario de las mayores los consideran como los verdaderos responsables de una pelea colectiva que volvió a dejar la peor imagen del deporte del béisbol profesional.
El piloto de los Rojos, David Bell, recibió una suspensión de seis partidos, mientras que los lanzadores de su equipo, Amir Garrett, se perderá ocho, y Jared Hughes otros tres.
También fue suspendido con tres partidos, el jardinero cubano Yasiel Puig, cuando todavía era jugador de los Rojos, aunque esa misma noche había sido traspasado a los Indios de Cleveland, donde tendrá que cumplir con el castigo.
El lanzador de los Pirates, Keone Kela, obtuvo la suspensión más larga de 10 partidos por tirar “intencionalmente” un lanzamiento cerca de la cabeza del Derek Dietrich de los Rojos y luego instigar la pelea.