LIMA.- Una década después de haber sido condenado a 25 años de cárcel por delitos calificados como crímenes de lesa humanidad, el expresidente Alberto Fujimori recibió esa fecha en silencio absoluto en prisión, al igual que sus hijos y sus principales seguidores.
Tal como ocurrió el pasado 23 de enero, cuando Fujimori regresó a la cárcel después de que un juez anuló el indulto que le otorgó el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, el décimo aniversario de su condena como “autor mediato” (con dominio del hecho) de los crímenes del grupo militar encubierto Colina no generó mayor impacto en Perú.
Fueron muy pocos los que recordaron que el polémico exmandatario, cuyo régimen ha marcado la política peruana hasta la actualidad, fue condenado un 7 de abril de 2009 por un tribunal supremo por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992) además de por los secuestros de un periodista y un empresario en 1992.
Según determinó el tribunal, en una sentencia que luego fue ratificada en todas las instancias nacionales, Fujimori fue responsable por los crímenes del grupo Colina, que en Barrios Altos y La Cantuta asesinó a 25 personas.
Este domingo, las cuentas en redes sociales de Fujimori, y de sus hijos Keiko y Kenji, que mantienen actividad esporádica, así como del partido fujimorista Fuerza Popular, no mencionaron el tema, al igual que las autoridades e instituciones peruanas.