Carlos Silver, quien falló en su segundo intento de entrar al libro Guinness World Récords, como la persona que ha durado más tiempo cantando “sin parar”, amenazó con demandar a la entidad internacional por no haberlo certificado y que se embarcará en otro reto.
“Si tengo que someterlos a una corte internacional, los voy a demandar, las evidencias están ahí. Yo quiero que amigablemente ellos hagan su revisión, porque se les pagó un millón y pico de pesos para que ellos estuvieran aquí, no fue por gusto”, expresó el artista, quien duró cinco días cantando de manera continua (105 horas, 11 minutos y 40 segundos) en el parque Eugenio María de Hostos, en busca de desplazar al hindú Sunil Waghmare, el dueño del record desde el año 2006, con 105 horas cantadas.
El artista, quien a finales del 2016 también falló en su primer intento, estaría representado legalmente por el abogado Narciso Silver González, en Nueva York. “Él será quien pondrá la demanda y en caso que no se revise, lo va a revisar una corte estatal”, sostuvo Silver. Reveló que para el montaje del evento, más la logística, fueron invertidos alrededor de 21 millones de pesos.
“Nadie va a gastar esa cantidad de pesos para que vengan a decir que empecé una canción tarde cuando te di dos horas demás, eso es un relajo y eso no se va a permitir”, advirtió.
Para Silver, Guinness está alegando algo sin sentido, porque a su entender, él superó el récord por una hora y 47 minutos. “Por errores que hayan, con dos horas que yo te regalé de más, se pueden corregir”, apuntó. Sin embargo, reconoció que su equipo de producción no entregó las evidencias completas. De acuerdo con lo expresado por el intérprete, el alcalde del Distrito Nacional, David Collado, le pagó a Guinness 12,500 dólares para que el adjudicador visitara el país en calidad de supervisor del show.
Silver, quien se encuentra en su casa, atendido por médicos de la Clínica Cruz Jiminián que lo están oxigenando, adelantó que en diciembre se embarcará en otro reto que tendrá como escenario el Monumento de Santiago.