El Gobierno francés utilizará a militares para vigilancia estática de edificios oficiales en vez de a agentes de las fuerzas del orden, que se podrán dedicar al dispositivo de seguridad frente a los “chalecos amarillos”.
El portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux, explicó este miércoles en la conferencia de prensa al término del Consejo de Ministros que esos militares, que forman parte de la misión antiterrorista Sentinelle, estarán “en posiciones estáticas”, lo que significa, sobre todo, “la protección de edificios oficiales”.
El pasado día 17, en el décimo octavo sábado consecutivo de protestas de los “chalecos amarillos” se vivieron en la avenida de los Campos Elíseos de París escenas de gran violencia con grupos de manifestantes que asaltaron, saquearon e incendiaron comercios, unos altercados que terminaron con más de 200 detenidos.
Griveaux relató que el presidente francés, Emmanuel Macron, había recordado que la protección de edificios y de posiciones estáticas es una de las misiones que tiene atribuido el dispositivo antiterrorista militar puesto en marcha en Francia tras los atentados contra “Charlie Hebdo” de enero de 2015.
Subrayó que serán parte de la respuesta a las nuevas convocatorias para el próximo sábado de los “chalecos amarillos”, de los que, a la vista de lo ocurrido en los Campos Elíseos, dijo que no son manifestantes sino “alborotadores”.
El portavoz insistió en que el sábado no vio que los participantes tuvieran reivindicaciones sociales, a diferencia de lo que ocurría en las primeras movilizaciones de los “chalecos amarillos”, y que su único objetivo es derrocar el Gobierno y hacerse con el poder. “Son alborotadores, no manifestantes”, repitió.
Sentinelle moviliza a unos 10.000 miembros del Ejército que llevan a cabo sobre todo patrullas en centros estratégicos, edificios sensibles o instalaciones con mucho trasiego de personas, como estaciones, aeropuertos o centros comerciales.